El régimen militariza San José de Cusmapa, tras expulsar a su párroco
Rosario Murillo predicó este miércoles a un "dios" que no es católico, y acusó a la iglesia de egoísta, codiciosa y avara, cuando se conmemora el quinto aniversario de las protestas de abril del 2018.


- April 06, 2023
- 02:57 AM
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Las puertas de la iglesia María Auxiliadora del municipio de San José de Cusmapa, en Madriz, permanecen cerradas desde el martes desde que su párroco, Donanciano Alarcón, fue expulsado de Nicaragua por la Policía de Daniel Ortega.
"Alejandra", una creyente católica originaria de esa ciudad y cuya identidad protegemos por seguridad, cuenta a DESPACHO 505 que el clima en el municipio es de tensión. Las calles están vigiladas por policías y dice que miembros del Ejército de Nicaragua también han aparecido por el lugar.
“San José de Cusmapa está militarizado”, dice afligida la pobladora en una conversación telefónica. Relató que aunque desde la expulsión del sacerdote el templo no abre sus puertas hay expectativa entre los fieles de que este Jueves Santo se lleve el Viacrucis de los niños y el lavatorio de los pies, dos actividades que habían planificado recrear dentro de la iglesia debido a la prohibición de la dictadura.
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Según Alejandra, desde que el padre Alarcón fue forzado a salir del país la población se encuentra consternada y con miedo por el control policial que ha llegado al extremo de bloquear el ingreso de los ciudadanos al mirador, un sitio turístico desde donde se aprecia las montañas que rodean la zona.
“Todo el mundo está con temor, aquí nada se puede hacer, pero hasta los sandinistas están inconformes”, expresa Alejandra en una conversación con DESPACHO 505.
"No hemos ni podido tomar fotos, porque la gente está muy atemorizada", comparte la ciudadana.
RESTRICCIONES A LA IGLESIA CATÓLICA DE NICARAGUA
El sacerdote expulsado reveló que el régimen ordenó su expulsión de Nicaragua alegando que promovía acciones en su contra.
En declaraciones a periodistas desde la ciudad hondureña de San Pedro de Sula, donde se encuentra, también denunció la represión que sufre la Iglesia católica en Nicaragua: "Hay restricciones. No podemos hacer procesiones (en las calles), y hay que tener mucho cuidado de lo que se habla", advirtió.
Explicó que las autoridades restringieron las procesiones en las calles nicaragüenses durante la Semana Santa, porque "no quieren manifestaciones públicas".
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Pese a esas limitaciones, aseguró que el papa Francisco los anima a seguir "con la gente y de remarcar la fraternidad", y, en su caso, aunque fue expulsado por el régimen Ortega-Murillo, "ni siquiera ellos son enemigos míos".
Alarcón, que estaba a cargo de las parroquias en los municipios de San José de Cusmapa y Las Sábanas, ambos en el departamento de Madriz, fronterizo con Honduras, dijo que ha evitado tener contacto con los fieles nicaragüenses "porque hay que proteger a nuestra gente".
LA PRÉDICA DE MURILLO
Mientras tanto, Rosario Murillo, quien ejerce la vicepresidencia, no se ha referido en sus comparecencias diarias a la expulsión del sacerdote ni a la prohibición de las procesiones religiosas en esta Semana Santa. Menos ha pronunciado palabra sobre la persecución el pasado lunes a unos jóvenes que pretendían sacar la procesión de Los Cirineos.
“Gloria a Dios en abril, al Dios de todas las victorias, de todos los triunfos, al Dios verdadero de Dios verdadero. No al Dios que han inventado quienes llenos de maldad sembraron tanto sufrimiento y tanto dolor entre las familias nicaragüenses hace algunos años”, dijo la funcionaria este Miércoles Santo.
La prédica de Murillo es en referencia a las protestas de abril del 2018, cuando la población salió a las calles a manifestarse en contra de unas reformas a la Seguridad Social que producto de la represión de la dictadura dejaron unos 355 muertos, cientos de heridos y miles de exiliados.
“Nosotros, a ese Dios lo vemos como parte de una manipulación de quienes no creen en Dios, no viven el cristianismo, no saben ser respetuosos o solidarios; sólo saben de egoísmos, de codicia, de avaricia, y lo sabemos todos que así son, que hablan de Dios jurando el nombre de Dios en vano”, señaló Murillo.
Desde el 2018 la dictadura ha enfilado sus ataques contra la iglesia Católica de Nicaragua a la que acusa de “golpistas”, “terroristas” y que “los curas, los obispos, los cardenales y los papas que son una mafia”.
Con información de EFE