Adornan de azul y blanco la imagen de San Sebastián
Las imágenes de Santiago y San Marcos también fueron adornadas con cintas azul y blanco en un departamento aún marcado por la represión policial a las protestas ciudadanas y los muertos que dejó.
- January 19, 2019
- 09:32 AM
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Las imágenes de Santiago y San Marcos también fueron adornadas con cintas azul y blanco en un departamento aún marcado por la represión policial a las protestas ciudadanas y los muertos que dejó.
La imagen de San Sebastián, el santo patrono de Diriamba, Carazo, fue adornada este sábado con los colores azul y blanco de la bandera de Nicaragua durante la procesión que recorre las principales calles de esa ciudad, aun marcada por las muertes que dejaron los ataques de la Policía y paramilitares a los tranques que en julio del año pasado colocaron protestantes antigubernamentales.
Algunos devotos de San Sebastián también vistieron de azul y blanco, lucían lazos del mismo color y varios bailarines se cobijaron con la bandera de Nicaragua, en un contexto en el que usar estos distintivos es visto como una forma de protesta contra el régimen de Daniel Ortega y representa para la Policía causa de detención.
El pasado jueves un grupo de cinco jóvenes hizo una protesta relámpago en Carretera Norte, Managua. En cuestión de minutos al menos siete patrullas de la Policía se presentaron al lugar y los jóvenes huyeron inmediatamente. Las marchas de los azul y blanco fueron declaradas “ilegales” por la Policía desde el 29 de septiembre del año pasado.
Este sábado se realizó en Dolores, Carazo, el tradicional tope entre las imágenes de San Sebastián, Santiago, de Jinotepe; y San Marcos, del municipio del mismo nombre. Las imágenes de Santiago y San Marcos también fueron adornadas con cintas azul y blanco.
REPRESIÓN EN CARAZO
El 8 de julio del año pasado decenas de camionetas con paramilitares, acompañados por fuerzas policiales, irrumpieron desde las 5:30 a.m. en las ciudades de Diriamba, Dolores y Jinotepe para ejecutar la denominada “operación limpieza” de tranques y barricadas que los caraceños habían instalado desde el mes de junio.
Los ataques ejecutados en simultáneo dejaron al menos 30 muertos en los tres municipios, según datos de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
Durante los ataques la Iglesia se mantuvo del lado de las víctimas en estos municipios. En los templos de Diriamba y Jinotepe se instalaron puestos médicos improvisados para atender heridos y se sonaron las campanas para alertar a la población. Los templos fueron asediados por varias horas por paramilitares.
La represión en Carazo también estuvo marcada por el ataque de turbas orteguistas y paramilitares al cardenal Leopoldo Brenes; su obispo auxiliar, Silvio José Báez; y el nuncio apostólico en Nicaragua, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag cuando llegaron a la Basílica Menor de San Sebastián para liberar a un grupo de jóvenes que se encontraban refugiados en el templo y rodeados por paramilitares.