Ruth Tapia insinúa que ocupará otro cargo diplomático

Ruth Tapia no pudo frenar las condenas contra el régimen de Daniel Ortega durante los tres meses que permaneció en el cargo en la OEA.

Ruth Tapia se despidió este miércoles del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Su papel como embajadora de Nicaragua fue tan fugaz como desafortunado, pues no logro detener las sanciones y condenas de los países miembros hacia el régimen de Daniel Ortega.

Tapia se despidió de sus colegas en un par de minutos, en los entre agradecimientos dejó entrever que será designada para una nueva tarea diplomática.

“Quiero en primer término agradecer las amables intervenciones con las que me han dispensado las distinguidas embajadoras y distinguidos embajadores en este Consejo Permanente quienes han sido muy generosos conmigo durante mi paso por la Organización de Estados Americanos. Me llevo la gratitud, el aprendizaje, el crecimiento, la deferencia y los gestos de amistad que recibí de muchos de ustedes”, comenzó diciendo la embajadora orteguista.

“Como diplomática me toca ahora asumir nuevas responsabilidades que me han encomendado mi gobierno y estoy segura de que en el camino de la vida nos volveremos a ver muy pronto”, agregó y luego selló su última intervención en el importante foro leyendo una estrofa de un poema de Darío.

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Ruth Tapia fue nombrada embajadora de Nicaragua en la OEA por Daniel Ortega el pasado 16 de septiembre, para intentar frenar las condenas y acciones diplomáticas en su contra por las graves violaciones a los derechos humanos, encarcelamiento de presos políticos, persecución a la prensa independiente y por la restricción de las libertades públicas.

BREVES INTERVENCIONES

El pasado 2 de octubre Ruth Tapia se estrenó como embajadora tomando la palabra por primera vez ante el Consejo Permanente. Lo hizo durante la conmemoración del 60 aniversario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En la sesión de este miércoles, la funcionaria orteguista solicitó una vez la palabra para referirse a la situación política de Bolivia, para manifestar un mensaje de condena del régimen de Daniel Ortega a la violencia desatada en Bolivia, reiterar el apoyo a Evo Morales, a quien insiste en llamar víctima de un golpe de Estado.