Miedo, culpa, precariedad y resistencia: la realidad detrás del exilio de las periodistas nicaragüenses

Un estudio de La Lupa recopila la experiencia de mujeres periodistas nicaragüenses que han tenido que exiliarse parasobrevivir a la represión del régimen Ortega-Murillo

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  • July 11, 2023
  • 10:05 AM

Antes de abandonar Nicaragua la periodista Michelle Polanco recibió amenazas de muerte. "En una ocasión me tomaron fotos con mis hijos en el supermercado (...) Luego me enviaron un mensaje que decía: 'Ahora te toca a vos, perra hija de puta, a vos te vamos a meter la culata del fusil AK por el trasero'".

El crudo relato que comparte Michelle Polanco, quien llegó a convertirse en uno de los rostros más visibles de la televisora de mayor audiencia en Nicaragua, es parte del estudio "Exiliadas para sobrevivir" elaborado por La Lupa, el primero que pone la atención en la realidad de las mujeres periodistas nicaragüenses que han sido forzadas a exiliarse para ponerse a salvo de la represión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

El estudio fue elaborado a partir del relato de 23 mujeres periodistas nicaragüenses refugiadas en Costa Rica, Estados Unidos, España, Inglaterra y México. “Partimos de que su realidad —por razones de género y el lugar socio-histórico que la sociedad les ha asignado de forma tradicional— merece ser estudiada de forma diferenciada, dado que hay elementos y experiencias que ellas viven de forma desigual y distinta a los hombres”, explica la socióloga Yerling Aguilera, quien realizó la investigación mediante entrevistas a profundidad y la aplicación de una encuesta.

Las periodistas entrevistadas revelan cómo han transitado del miedo por su seguridad y la de sus familias a la incertidumbre y el estrés que implica enfrentarse a un lugar desconocido y que han asumido el exilio como "un acto de resistencia y
sobrevivencia ante la persecución de la dictadura contra el periodismo en Nicaragua".

Es una "radiografía" a nivel económico, emocional y sociocultural”, sintetiza la socióloga, pues también ha identificado los sentimientos de culpa y la exposición a críticas y cuestionamientos del entorno familiar y profesional que han enfrentado las periodistas, especialmente quienes ejercen la maternidad.

"He escuchado comentarios que dicen “ay, esta mujer: ¿Cómo dejó a su hijo? Ah, es una mala madre porque no llevó a su niña, pero yo no podía traer a mi hija sin saber
en qué condiciones iba a estar", es parte del testimonio de Anahí, una periodista exiliada en Costa Rica.

EL PAÍS Y LAS REDES DE APOYO SON DETERMINANTES

Entre otros aportes del estudio, la investigadora Aguilera menciona que han encontrado evidencias de que la experiencia del exilio “no es libre de ambigüedades” y varía según el país de acogida y las redes con las cuales las mujeres cuentan.

En tanto, la directora de La Lupa y defensora de mujeres migrantes, Maryórit Guevara, destaca que por primera vez se de dispone de un estudio que dimensiona las afectaciones que enfrentan las mujeres periodistas en el exilio, incluidas aquellas que continúan ejerciendo la profesión "en medios no formalizados" en los que no cuentan con beneficios laborales para ellas y sus hijos, y tienen sueldos tasados al gasto de Nicaragua. "En países como Costa Rica, España y Estados Unidos no ajustan para vivir dignamente, entonces hay una mayor precarización”, subraya.

La periodista Marling Balmaceda añade la “carga” que llegó a significar seguir reportando temas de Nicaragua: trastorno del sueño, estrés y extensas jornadas de trabajo. Hasta el día de hoy confiensa: "Tengo mi cuerpo aquí, pero el 80 por ciento de mi cabeza está alrededor de Nicaragua y lo que se presenta allá".

El grupo de periodistas que ha sido parte del estudio, antes de salir de Nicaragua, trabajaron en medios como; El Nuevo Diario, La Prensa, Canal 10, 100% Noticias, Ciudadana, Hilos de América, Radio Vos, Artículo 66, Expediente Público, Galería News, Radio Corporación, República 18, Productora Zoom Comunicaciones, Canal 11, CB24 Noticias Centroamérica y Estrella TV.

A partir de sus relatos el equipo de La Lupa ha identificado que algunas han vivido la violencia de exilio en rutas de alto riesgo con sus hijos e hijas a cargo así como limitaciones para asentarse en el país de acogida: “Una de las cosas más difíciles para mí ha sido mudarme cuatro veces de ciudad y eso es complicado cuando tenemos hijos”, confía Amalia, una periodista exiliada en España.

Entre otras cosas, La Lupa pone en relevancia que las periodistas nicaragüenses han debido resignarse, vivir el duelo, adaptarse a una nueva tierra, obtener documentación e incluso aprender un nuevo idioma para sobrevivir al exilio.


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