Un padre y su hija son asesinados a balazos en su casa en Matagalpa 

Un padre y su hija fueron asesinados a balazos la madrugada de este miércoles en el municipio de El Tuma – La Dalia, Matagalpa. El crimen marca la continuidad de una racha de asesinatos precedidos de robos y en los que la Policía no informa sobre las investigaciones.   

En este caso de El Tuma- La Dalia una joven de 25 años que se encontraba acostada con sus hijos gemelos, menores de edad, fue asesinada balazos junto  con su papá.

Los atacantes, hasta ahora no identificados, llegaron a eso de las cuatro de la madrugada hasta la casa de las víctimas ubicada en la comunidad El Carmen y al ingresar a la habitación de la joven Meyling del Socorro Zamora le dispararon. 

Versiones extraoficiales indican que después de matar a la joven le dispararon a su papá Gabriel Zamora, de 65 años.  

“La versión que circula en la comunidad  es que a don Gabriel, lo matan en el porche cuando salió de su cuarto después de escuchar el disparo en la habitación de su hija”, explicó un habitante de la comunidad.  

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Los gemelos no fueron agredidos. El crimen ha causado conmoción y mucho temor en la comunidad porque ya ni en sus propias casas están seguros.  

La Policía Orteguista no ha informado sobre este crimen y no se sabe si hay detenidos.

IMPARABLE CRIMINALIDAD

Perder la vida en la calle a manos de delincuentes durante un atraco es un hecho que ocurre ahora con más frecuencia en Nicaragua. En lo que va del año, al menos 20 personas han sido asesinadas tras ser víctimas de un atraco, según publicaciones de medios oficialistas revisadas por DESPACHO 505.  

Aunque la Policía Orteguista oculta las estadísticas o no habla de los casos, los mismos medios controlados por el régimen que se dedican a la nota roja evidencian cómo son cada vez más comunes no solo los casos de robos, sino también de asesinatos. 

Entre los casos documentados en lo que va del año, el factor más repetitivo es el de robo de teléfonos, dinero o simplemente por resistirse al robo. Las armas de fuego son las más utilizadas para cometer los crímenes.  

“El discurso de que somos el país más seguro de Centroamérica se ha dejado de escuchar en los últimos años. Ya ni los mismos mandos policiales lo repiten tanto como antes porque no pueden ocultarlo. En la calle la percepción de inseguridad es cada vez mayor y la probabilidad que te maten por robarte está ahí. Los muertos no se pueden ocultar”, explica un analista en temas de seguridad.