Ortega aniquila a la universidad que transformó la educación superior y la vida sociopolítica de Nicaragua
Por más de 60 años, la UCA formó a profesionales comprometidos con Nicaragua. “Los Ortega Murillo han puesto una lápida a la educación superior”, dice la catedrática María Asunción Moreno.
- August 17, 2023
- 02:43 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
La venganza de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Universidad Centroamericana (UCA) se concretó este miércoles. La dictadura utilizó al Poder Judicial para dar un zarpazo fatal al acusar al alma mater de ser un “centro de terrorismo”, con esta decisión consumó la confiscación de sus bienes y puso una lápida a una institución que transformó la vida sociopolítica de Nicaragua.
Luego de la acusación contra la universidad, que pertenece a la Compañía de Jesús, los pasillos quedaron desolados, mientras que los universitarios están en el limbo y con el miedo de no saber qué pasará con sus notas, con los títulos que están en trámite y con todo lo que habían cultivado en lo que era su casa de estudios.
Los trabajadores, por su lado, abandonaron sus funciones ya que la UCA anunció que suspendía todas las actividades académicas y administrativas, con la esperanza de poder retomarlas.
Cualquier aliento de esperanza se desvaneció en la noche cuando el Consejo Nacional de Universidades (CNU) en un escueto comunicado anunció que tomaba el control administrativo y señaló a la UCA de "extinta universidad", es decir que comenzó el desmantelamiento de un centro que ha servido para formar a miles de profesionales durante los más de 60 años de funcionamiento.
“La UCA ha formado varias generaciones de nicaragüenses que han jugado un papel muy importante en la transformación de Nicaragua. En los primeros años de su fundación la UCA fue parte del boom económico que tuvo Nicaragua en los años 60- 70 con el algodón”, comparte el catedrático Ernesto Medina quien también fue presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU).
El exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN, quien está en el exilio producto de la represión estatal, recordó que, con la fundación de la UCA en julio de 1960, se transformó el panorama de la educación superior de Nicaragua ya que en el país sólo existía la UNAN.
La UCA experimentó un proceso de transformación para que el país tuviese la llamada “época de oro”, ya que se abrieron nuevas carreras y oportunidades de estudio.
Desde sus aulas, decenas de estudiantes de la UCA se sumaron a la lucha contra la dictadura de Somoza, lo cual le dio a la “revolución de Nicaragua una imagen que fue la que hizo que la población se volcara en apoyo del Frente y que en el extranjero se viera a la revolución como un ejemplo de pluralismo”.
“La UCA ha tenido una presencia importante en todos los grandes momentos históricos de Nicaragua de los últimos 60 años”, expone con firmeza Medina.
LA UCA ES MÁS QUE UNA UNIVERSIDAD
Por su parte María Asunción Moreno, quien por más de 20 años impartió clases en la UCA y además fue miembro de la directiva de dicha casa de estudios, señala que la universidad jugó un papel clave en los últimos 50 años de historia de Nicaragua.
“Es más que un centro de estudios superiores, su compromiso social y visión humanista trasciende sus aulas para contribuir a la creación de una sociedad más justa, ética y humana a través del debate de ideas, la inclusión y la justicia social”, expone la jurista quien ahora se encuentra en el exilio por ser una voz disidente.
Este sentimiento lo comparte Dora María Téllez quien señala que la UCA tiene más de 60 años formando profesionales “con una vocación de servicio dentro del país”.
Gonzalo Carrión, miembro del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Más, comenta que la UCA formó a estudiantes de todos los rincones del país bajo la premisa de libertad de cátedra. Además, dice, fue un bastión de la lucha del 6% y la autonomía universitaria.
UNA LÁPIDA A LA EDUCACIÓN SUPERIOR DE NICARAGUA
Moreno dice con orgullo que la institución universitaria ahora confiscada por el régimen ponía a Nicaragua en los rankings internacionales de las mejores universidades de Centroamérica y América Latina.
“Los Ortega Murillo han puesto una lápida a la educación superior”, sentencia la catedrática para quien el régimen pretende eliminar la concepción de que la universidad es un centro de formación del pensamiento crítico.
LEA TAMBIÉN: La Compañía de Jesús pide al régimen revertir la “drástica, inesperada e injusta” confiscación de la UCA
A las condenas se sumó la del subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, quien considera a la UCA como un símbolo de la excelencia académica y de esperanza para el futuro de Nicaragua. “Seguiremos defendiendo los derechos fundamentales de los nicaragüenses”, advirtió el funcionario al régimen de Nicaragua.
ACUSACIÓN ATROZ CONTRA LA UCA Y AMENAZA CONTRA DIRECTIVOS
Dora María Téllez tildó de “atroz, falsa e infundada” la acusación del régimen contra la UCA. “Es una amenaza a la seguridad personal de funcionarios y trabajadores de la UCA. El país pierde la mejor universidad que tiene, con una orientación a las ciencias y humanidades, a la economía y administración de empresas que además servía a estudiantes becarios con una calidad académica”, expone Téllez.
LEA TAMBIÉN: La UCA confirma la acusación de terrorismo y la confiscación de sus bienes
Moreno afirma que la confiscación fue arbitraria e ilegal y que no es más que “una burda pasada de cuenta” de la dictadura contra una institución que alzó su voz demandando justicia y en contra las violaciones a los derechos humanos.
Para el exdiplomático y analista político José Dávila la confiscación marca una etapa de decadencia y pobreza intelectual y considera que es un “zarpazo brutal” y “una barbaridad” contra Nicaragua. “El aporte de la UCA con miles de profesionales a la sociedad es de un valor incalculable”, afirma Dávila.
Detalla que este es un paso más en la consolidación del modelo sectario que impulsa el régimen y que somete a Nicaragua a una etapa de subdesarrollo y de oscurantismo. “Lo que ellos (los Ortega -Murillo) quieren es una sociedad muda que no haya jóvenes que cuestionen la realidad del país y que solo griten consignas a su favor. Es un golpe al futuro de Nicaragua”, considera Dávila
La confiscación y acusación es la culminación de una serie de ataques que comenzaron con la reducción de la partida del seis por ciento y continuó con la salida del Consejo Nacional de Universidades (CNU). En los últimos días se agudizó con el congelamiento de las cuentas bancarias, inmovilización de sus bienes, revocación del Centro de Mediación y este miércoles elevó la represión con la confiscación y acusación de ser un centro de terrorismo.
“Ellos están en la política de tierra arrasada y eso es característica de los ejércitos que están abandonando la plaza”, señala Téllez quien tiene una maestría en Historia.
El oficio judicial acusa a la UCA de ser un “centro de terrorismo”, donde se organizaron supuestos grupos delincuenciales armados y encapuchados que cometieron diversos delitos. También los señala de haber “traicionado la confianza del pueblo nicaragüense”.
Al respecto, Medina llamó al régimen a presentar pruebas que sustenten la acusación que hicieron contra la institución educativa que es necesaria para construir una nueva Nicaragua.