La dictadura ha cometido más de 1.329 ataques a la libertad de prensa en los últimos cinco años  

Entre abril 2018 y abril de 2023 la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha perpetrado al menos 1,329 violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua. La represión se ha dirigido con fuerza a los periodistas independientes que informan lo que pasa en el país lejos de la narrativa oficial, investigan al poder y exhiben sus crímenes.  

“La respuesta gubernamental fue la represión, no solo en contra de la población en general, como también hacia la prensa independiente que documentó las violaciones cometidas generalmente por agentes policiales, acompañados de paramilitares y simpatizantes del gobierno Ortega – Murillo”, destaca la “Sistematización de las principales violaciones a la libertad de prensa en Nicaragua” elaborada por la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia y publicado este viernes en el marco del Día Internacional del Periodista. 

Los ataques del régimen perpetrados desde todos los niveles del poder recayeron en 338 víctimas: 244 del género masculino, 93 del género femenino y 1 persona de la comunidad LGBTIQ. En promedio cada periodista fue víctima de agresión en cuatro oportunidades. 

Durante el quinquenio, el indicador que más predominó es el de las agresiones y ataques con un total de 759 casos, lo que equivale a un 57.1% del total de las 1,329 violaciones en contra de periodistas. 

El segundo indicador que más predominó fue el discurso estigmatizante, con un total de 161 casos, equivalente a un 12.1% del total de casos documentados. Es válido mencionar que desde que Ortega regresó al poder en el año 2007, su régimen se ha caracterizado por mantener un discurso frontal en contra del periodismo independiente.  

En tercer indicador que prevaleció fueron las restricciones al acceso a la información, el cual acumuló un total de 137 casos, equivalente al 10.3% del total.  

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, VÍCTIMAS DE CONFISCACIONES 

Los medios de comunicación han sido víctimas de 378 ataques como confiscaciones, robo de equipos, restricciones al acceso a la información pública, entre otros.  

Se observa coincidencia en los patrones de agresión en contra de las personas naturales, es decir, periodistas a título personal que sufrieron agresiones y ataques, y restricciones al acceso a la información. Esto sustenta que desde las diferentes instancias de la gestión estatal existe un “lineamiento” de agresividad en contra de la prensa independiente de Nicaragua, destaca el informe. 

En este periodo se documentó el cierre de 22 espacios informativos (noticieros), especialmente radiales, y 13 programas de opinión que desaparecieron de la parrilla televisiva tanto de canales locales como de cobertura nacional. 

La información recabada demuestra el permanente abuso del poder estatal y la utilización de todas las instancias públicas “para generar presión e impedir la difusión de ideas contrarias al discurso gubernamental o la realización de investigaciones periodísticas que cuestionan su gestión”. 

EL PERIODISMO INDEPENDIENTE RESISTE 

Aunque muchos medios han sido silenciados debido al cerco de la censura y la judicialización de la labor periodística, otros que operan desde el exilio han encontrado en las plataformas digitales y redes sociales una alternativa para continuar ejerciendo el derecho universal a la información y el compromiso con sus audiencias. 

Como una muestra de resiliencia desde el exilio, muchos medios tuvieron que acelerar la transición de lo análogo –principalmente las radioemisoras comunitarias localizadas en diferentes departamentos de Nicaragua– a su conversión a lo digital, y a insertarse en las dinámicas de las redes sociales para captar e incrementar audiencias. 

La mayor parte de medios de comunicación que informa del acontecer nacional y de temas políticos, lo hacen desde el exilio. Más de 185 periodistas han tenido que salir del país desde abril de 2018, pero la mayoría sigue informando.