Pálidas y desnutridas, el estado deplorable de las presas políticas sometidas a castigos en La Esperanza

Las presas políticas del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua están siendo sometidas a castigos y tratos crueles luego de anunciar el inicio de una huelga de hambre dentro del penal de mujeres La Esperanza. Los estragos del encierro se ven reflejados en la pérdida de peso y cambios en la tez de la piel que se torna cada vez más amarillenta.  

Las autoridades del penal ampliaron de 20 a 40 días el tiempo de espera para las visitas familiares periódicas a las que tienen derecho.    

Los tiempos de visita también se han visto reducidos a 40 minutos y las presas políticas que el pasado 11 de septiembre iniciaron una huelga de hambre fueron enviadas a celdas de aislamiento, denunció el Movimiento Estudiantil UCA, que obtuvo la información de familiares de las detenidas.  

Dentro de las 16 presas políticas en huelga de hambre se encuentra Damaris Hernández, Adela Espinoza, Gabriela Morales, Mayela Campos, capturadas en el contexto del cierre y confiscación de las instalaciones de la Universidad Centroamericana (UCA) en agosto pasado. 

Sobre el estado de salud de las detenidas denuncian que padecen palidez debido a la falta de sol y han perdido peso. Dentro de las nuevas medidas de castigo aplicadas se encuentran restricciones para el acceso a medicamentos y objetos de uso personal como agua purificada, desinfectante, entre otros artículos. 

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SAÑA CONTRA LAS DETENIDAS TRAS EL CIERRE DE LA UCA

El Movimiento Defensa Estudiantil UCA señala que las jóvenes detenidas en el contexto del cierre y confiscación de la universidad han sido llevadas a dos audiencias sin derecho a defensa. 

A las presas políticas las acusan de ciberdelitos y menoscabo a la integridad nacional. .

La próxima audiencia según el Movimiento Defensa Estudiantil UCA, será el 24 de octubre. 

Adela Espinoza Tercero fue secuestrada en horas de la mañana del sábado 19 de agosto. La dictadura no dio a lugar a un recurso de exhibición personal.

El 19 de agosto, también se denunció la detención ilegal de Gabriela Morales, quien es trabajadora social y en 2018 estuvo atrincherada en la UNAN-Managua.

Mayela Campos Silva, estudiante activa de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Policía la secuestró el 21 de agosto. Mientras que la socióloga Melba Damaris Hernández, de 54 años de edad, fue secuestrada a finales de agosto.