Policías vestidos de civiles y en camionetas Hilux secuestraron a tres sacerdotes y mantienen desaparecido a otro

Policías vestidos de civiles y en camionetas Hilux, al modo operandi de los paramilitares durante las crisis sociopolítica del 2018, secuestraron a tres sacerdotes y mantienen a otro desaparecido en diferentes municipios del norte de Nicaragua.

La cacería policial tomó por sorpresa a la feligresía este domingo por la tarde y que terminó cerca de la media noche. Como resultado del nuevo ataque contra la iglesia católica, los tres sacerdotes fueron trasladados a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial Nacional de Managua, mientras que el cuarto religioso aún sigue desaparecido, confirmaron fuentes religiosas a Despacho 505.

Los detenidos son los sacerdotes Iván Centeno, párroco de la iglesia Inmaculada Concepción del municipio de Jalapa, Nueva Segovia; Julio Ricardo Norori, de la parroquia San Juan Evangelista de San Juan de Río Coco, en el departamento de Madriz; y el sacerdote Cristóbal Reynaldo Gadea de la parroquia Nuestra Señora de la Merced del municipio de El Cuá, Jinotega.

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De manera simultánea, los policías vestidos de civil ingresaron a las parroquias en los municipios de Jalapa y San Juan de Río Coco, con el objetivo de arrestar a los sacerdotes Centeno y Norori.

"Todo estaba planificado porque la policía puso fin a la paz y tranquilidad de la feligresía de Jalapa y San Juan del Río Coco, cuando llegaron a las 6:30 de la tarde en camionetas Hilux y vestidos de civil a la casa cural de las respectivas parroquias para cumplir las órdenes de detención", afirmó un feligrés consultado.

SACERDOTE FUERON ENGAÑADOS

En el municipio de El Cuá, Jinotega, la Policía se presentó a las 10 de la noche a la casa cural para "conversar" con el sacerdote Cristóbal Reynaldo Gadea, a quien le dijeron que no había ningún tipo de acusación en su contra, pero cuando éste salió, fue arrestado.

"En este caso, la Policía llegó en patrullas y queriendo hacer creer que no había nada en contra del párroco Gadea, para evitar causar revuelo entre la población y con engaño lo sacaron de la casa cural y se lo llevaron detenido" explicó una fuente cercana a la iglesia Católica.

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También confirmó que la Policía estuvo merodeando e intimidando a otras iglesias, entre ellas, la parroquia Nuestra Señora de Asunción de la ciudad de Ocotal, que administra el padre de Álvaro Toledo, quien fue reportado desaparecido.

"En este caso, desconocemos el paradero del padre Toledo, ya que después del acoso al templo, no supimos más de él, pero no descartado que se encuentre detenido", detalló la fuente.