“Perdemos dos y nos regresan uno”, la frase que mandó a la cárcel al sacerdote Álvaro Toledo de Ocotal

El espionaje interpuesto por el régimen de Daniel Ortega en las parroquias católicas de Nicaragua ha surtido efecto y ha cobrado una nueva víctima: el padre Álvaro Toledo de Ocotal, Nueva Segovia, fue detenido la noche del jueves después de referirse a la persecución que sufre la Iglesia católica de Nicaragua por parte del régimen de Daniel Ortega.  

Durante la misa de jueves, el sacerdote la parroquia Nuestra Señora de la Asunción confirmó la liberación del padre Leonardo Guevara Gutiérrez de la Diócesis de Estelí, pero criticó el hecho de que tres días antes hayan sido detenidos otros dos sacerdotes del norte de Nicaragua.  

“Perdemos dos y nos regresan uno”, dijo el sacerdote durante la misa. Esa crítica le costó su libertad.  

“Lamentamos comunicar una triste noticia a nuestros hermanos fieles católicos y demás hermanos de buena voluntad, esta noche a eso de las 10:30 p.m., la Policía ha llegado a casa cural y se han llevado a nuestro párroco Álvaro Toledo”, informó la Radio Stereo Fe de la Diócesis de Estelí que transmitió la última misa en libertad del sacerdote.  

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Hasta el momento la Policía Orteguista no ha informado los motivos de detención ni el lugar donde se encuentra detenido el sacerdote.  

“Nuestra Diócesis se está quedando sin sacerdotes, no tenemos sacerdotes, pedimos a nuestro buen pastor abundantes vocaciones y a ellos estar en sus parroquias”, dijo el sacerdote en la homilía de este jueves antes de ser arrestado. 

12 SACERDOTES DETENIDOS  

Esta semana el sacerdote Leonardo Guevara Gutiérrez, quien estaba bajo investigación desde el mes de mayo por “asuntos administrativos” de la disuelta Cáritas Diocesana de Estelí, fue liberado por el régimen de Daniel Ortega y devuelto a sus labores pastorales.  

Al mismo tiempo otros tres sacerdotes han sido detenidos por la Policía, el último, el padre Álvaro Toledo de Ocotal.  

El fin de semana se confirmó la detención de los sacerdotes José Iván Centeno y Julio Ricardo Norori, que brindan servicio pastoral en la Diócesis de Estelí, cuyo administrador apostólico es el obispo Rolando José Álvarez Lagos, condenado en febrero pasado a 26 años y 4 meses de prisión por delitos considerados traición a la patria.