Terror en los templos católicos: policías vigilan 24 horas a colaboradores de sacerdotes secuestrados y los amenazan con cárcel

Jóvenes que administran las páginas de redes sociales de las parroquias cuyos sacerdotes permanecen secuestrados por la dictadura de Daniel Ortega, así como, monaguillos, miembros de los consejos de iglesias y colaboradores cercanos sufren una intensificación de la vigilancia permanente, acoso y restricción de su derecho a la libre movilidad.

Agentes de civil les siguen los pasos a todos, pero los más cercanos, especialmente quienes gestionan las cuentas en redes sociales de las iglesias, son "visitados" en sus casas o citados a la Policía para amenazarlos con cárcel, revela un policía de Estelí que disiente con el régimen, pero que se ve forzado a permanecer en sus filas.

Estas acciones hacen parte de la intensificación de la guerra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia Católica de Nicaragua.

"La orden de perseguir y encarcelar ya no es sólo contra los sacerdotes, se ha extendido contra jóvenes que administran las páginas (de redes sociales) de las parroquias y los miembros de los consejos", confía a DESPACHO 505 el policía.

La fuente revela que a los jóvenes que están a cargo de crear contenido religioso y administrar las páginas de diversas parroquias los "visitan" en sus casas o los citan a la estación policial de sus respectivos municipios para intimidarlos con amenazas de cárcel.

PRESOS EN SUS CIUDADES

El policía informante explica que a todos los colaboradores y cercanos a los sacerdotes los han incluido en una lista "con el propósito de acosarlos e intimidarlos", para que abandonen sus tareas, pese a que no tengan ninguna relación con asuntos políticos.

La persecución ha iniciado contra jóvenes que administran las cuentas en redes sociales de las parroquias de Jalapa, del departamento de Nueva Segovia y las de San Juan de Río Coco, en Madriz, así como la de Estelí, detalló.

Agregó que también han incluido las de El Cuá, en Jinotega, y otras del departamento de Madriz.

"A los jóvenes los que citan a la Policía sin estar acusados de ningún delito, ahí se les obliga a ir firmar cada semana y se les advierte que tienen prohibido salir de su jurisdicción (ciudad)", explicó.

Lo que confía el policía ya ha sido documentado por la investigadora de temas religiosos Martha Molina. Según la autora del estudio 'La Iglesia perseguida' los templos permanecen bajo terror policial. "La Policía no retira la vigilancia permanente en las parroquias que quedaron sin curas. Los paramilitares y policías están visitando e intimidando a los delegados de la palabra, a los agentes de comunicación parroquial y a los monaguillos, muchos de ellos menores de edad. En resumen, no solo desaparecen al sacerdote, sino que ahora van en contra de los laicos”, denuncia Molina.

Un feligrés confirmó que la persecución contra los administradores de las páginas de redes sociales y medios de comunicación de las parroquias y tema que fue puesta en marcha tras el secuestro de los últimos seis sacerdotes y que la idea es silenciar por completo a la Iglesia católica en Nicaragua.