Una nicaragüense es asesinada por su pareja en Estados Unidos 

La nicaragüense Tatiana Paguaga Maldonado, oriunda de la ciudad de Ocotal, Nueva Segovia,  fue asesinada  el pasado viernes en la ciudad  de Cincinnati, en el estado de Ohio, por su pareja Holmán David Pérez, quien  también era  originario  de esta ciudad localizada a 230 kilómetros al norte de Managua. 

El femicida después  de  cometer el crimen en el apartamento donde vivían decidió suicidarse, pero hasta el momento se  desconocen las circunstancias en las que sucedieron los hechos. 

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El femicidio seguido de suicidio ha consternado a los segovianos, sobre todo  a los habitantes de Ocotal que hace un par de años vieron salir a la pareja con destino a  Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida. 

Una amiga  cercana  de Paguaga,   manifestó que   Pérez la  maltrataba física  y psicológicamente desde que vivían en Nicaragua y que por ese maltrato  que  le daba, la víctima “no se quería ir con él a  Estados Unidos, pero al final logró convencerla”.

Según las fuentes cercanas a la víctima, Pérez  usualmente mostraba un patrón  posesivo. Con el femicidio de Paguaga, el número de mujeres nicaragüenses asesinadas en el extranjero se incrementó a 19,   según las estadísticas de  la organización Católica por el Derecho a Decidir. 

Con las 44 que han sido asesinadas en el país, el número  de mujeres  nicaragüenses que han sido  víctima de la  violencia machista se incrementó a 63 en lo que va del presente año.

El caso de la nicaragüense en España 

Las organizaciones de derechos humanos de las mujeres han señalado a Daniel Ortega como responsable de los femicidios en el extranjero por obligarlas a huir de sus países y exponerse a las diferentes violencias. 

En julio pasado, el femicidio contra la nicaragüense Erica Vanessa Reyes, de 22 años,  conmocionó a la sociedad española. Las investigaciones concluyeron que ella no tuvo posibilidad para defenderse. Su agresor le asestó al menos diez golpes contundentes en la cabeza que le causaron la muerte.

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El equipo a cargo del esclarecimiento del caso lo describe como un “atroz asesinato machista”. Además, presume que el sospechoso tenía la intención de robarle, ya que al momento de la detención llevaba al menos 1.500 euros y 1,000 dólares que sustrajo de una caja fuerte que estaba abierta cuando encontraron el cuerpo de la nicaragüense.