Minería artesanal sin control en la reserva Indio Maíz
Pobladores de la reserva Indio Maíz se quejan de que la delincuencia y el tráfico de drogas han aumentado con la llegada masiva de güiriseros.
La minería artesanal continúa devastando y expandiéndose por la reserva de biósfera Indio Maíz sin control gubernamental, por buscadores de oro que han llegado a instalarse ilegalmente hasta con bares y pulperías.
Lugareños confirmaron a DESPACHO 505 que cada vez son más las personas que llegan a instalarse en esta zona con el beneplácito del Ejército y del Ministerio de Ambiente y de los Recurso Naturales (Marena).
"A inicios del presente año, habían aproximadamente 3,000 güiriseros destruyendo la reserva, en busca de oro, pero en la actualidad se contabilizan entre 4,500 y 5,000", denunció un poblador de una de las comunidades colindantes con la reserva biológica.
Los pobladores aseguran que los güiriseros han establecido entre 4 y 5 pequeños asentamientos con champas de plástico y casitas de madera donde funcionan bares que fomentan la prostitución y el consumo de drogas.
El asentamiento en el que se concentra la mayor cantidad de güiriseros "lo bautizaron con el nombre de Managua y se localiza en el sector conocido como La Venada, seis kilómetros en dirección noreste, en el municipio de El Castillo, en Río San Juan", dijo otro de los lugareños consultados.
EXCAVAN POZOS
Otro habitante dijo que ha constatado la devastación dentro de la reserva, porque los güiriseros están excavando pozos artesanales de hasta 100 metros de profundidad, para después hacer túneles en busca de oro.
"También están despalando las montañas para ocupar la madera, tanto para las labores de minería artesanal como para construir sus casas y todo esto es del conocimiento del Ejército y de las autoridades de Marena", afirmó.
Asegura que la gente que ha llegado a invadir la reserva, pasa por los puestos militares del Ejército y que incluso, ingresar a la reserva hasta con tómbolas que utilizan para triturar las piedras y extraer el oro.
"En la zona que bautizaron como Managua, se ha puesto de moda el negocio de taxi humano, que son las personas que cobran por trasladar bultos, cervezas, gaseosas, etcétera, que llegan de San Carlos y San Juan de Nicaragua y se adentran al asentamiento", explicó el poblador.
Las excavaciones en búsqueda de oro se han extendido a zonas ubicadas entre el río Indio y Cano Negro. También en sectores de El Naranjo, La Chiripa y lugares aledaños a los ríos Bartola y Samoso.
"Prácticamente, pareciera que los invasores tienen una orden de desaparecer la reserva biológica Indio Maíz, porque en una ocasión le pregunté a unos que estaban realizando excavaciones que si no era prohibido o si no tenían miedo que los detuvieran, porque estaban dentro de la reserva y me respondió que estando el presidente Daniel Ortega en el poder no tendrían ningún problema", manifestó otro habitante.
ECOCIDIO EN EL INDIO MAÍZ
Los pobladores advirtieron que además de ecocidio la reserva Indio Maíz, ha incrementado la delincuencia en las comunidades aledañas.
"No solo están destruyendo los bosques y contaminado los mantos acuíferos con sustancias tóxicas que utilizan para separar el oro, como el mercurio, cianuro y el azogue; sino también, hay un impacto negativo en materia de seguridad, ya que cada vez hay más abigeatos y tráfico de drogas", refirió otro poblador.
Agregó que con la llegada masiva de personas en la reserva biológica Indio Maíz, también ha aumentado el número de traficantes de propiedades que venden entre C$2,000 y C$10,000 cada manzana de tierra, según la ubicación.
Los güiriseros provienen principalmente de Chontales, El Tortuguero, Kukra Hill y El Triángulo minero, "pero algunos, además de buscar oro, han venido a tomar propiedades para venderlas", concluyó.
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