Otros tres sacerdotes son desterrados por la dictadura de Nicaragua

Los sacerdotes Ezequiel Buenfil, Erick Figueroa y David Pérez de la orden religiosa Santísimo Salvador fueron desterrados de Nicaragua por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que continúa su persecución a la Iglesia católica.  

El destierro de los sacerdotes pertenecientes a la Diócesis de León fue confirmado por la investigadora Martha Patricia Molina. La expulsión se dio tras la cancelación de la personería jurídica de la orden religiosa en el país, ejecutada por el Ministerio del Interior el 16 de enero. 

Los sacerdotes Ezequiel Buenfil y Erick Figueroa estaban asignados a la parroquia El Calvario- Nuestra Señora de los Desamparados de El Viejo, Chinandega. El sacerdote David Pérez estaba a cargo de la parroquia Inmaculada Concepción de María del reparto William Fonseca de la ciudad de León.  

RIESGO DE CONFISCACIÓN 

Los bienes de la orden religiosa Santísimo Salvador podrían ser confiscados por la dictadura. Tienen dos casas ubicadas en el reparto Los Ángeles y otra en la parroquia Santísimo Redentor en Chinandega.

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Estos tres sacerdotes fueron desterrados de Nicaragua tres días después de la expulsión de monseñor Rolando Álvarez, Isidoro Mora, 15 sacerdotes y dos seminaristas el pasado fin de semana.

Entre octubre pasado y lo que va de año, la dictadura Ortega Murillo ha expulsado al menos dos obispos, 30 sacerdotes y dos seminaristas.  

Extraoficialmente se conoce que otros sacerdotes han salido del país por motivos de seguridad, pero hay casos que no se reportan para evitar represalias contra sus familiares en Nicaragua.

En 2023, el régimen de Daniel Ortega intensificó la persecución a la Iglesia católica imponiendo una política de terror que incluyó la prohibición de celebraciones religiosas, destierro, restricciones migratorias, exilio, amenazas e intimidación y cárcel. Según el informe ¿Nicaragua: una Iglesia perseguida?, desde 2018 la Iglesia ha sufrido al menos 740 agresiones.