La Policía Orteguista allana la vivienda de doña Coquito y amenaza a su nieto adolescente: "No te movás o te pego balazo"

“No te movás o te pego un balazo”, gritó un policía al nieto adolescente de la recien fallecida Miriam del Socorro Matus, conocida como doña Coquito, la "abuela vandálica"; cuya vivienda fue allanada este miércoles.

Según la denuncia de los familiates, oficiales de la Policía Orteguista ingresaron por la fuerza a casa de la anciana ubicada en el barrio Mina Ugarte de Managua y encañonaron al nieto de 16 años que vivía con ella.

“Entraron como Pedro por su casa, se metieron al cuarto de mi sobrino y le rebatieron todo, después entraron al cuarto de mi mamá y también rebatieron todo”, relató un familiar.

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Explicaron que a pesar de que el adulto que se encontraba en la casa al momento del allanamiento les pidió que presentaran la orden de cateo, los agentes a cargo del operativo le contestaron que ellos “entran y salen de donde quieran cuando quieran porque son la autoridad”.

Los familiares de doña Coquito, aún no saben con certeza qué objetos de la señora se llevaron.

VELA Y ENTIERRO DE DOÑA COQUITO CON PRESENCIA POLICIAL

La señora Miriam del Socorro falleció el pasado 21 de febrero. Los familiares aseguran que durante la vela y el entierro hubo vigilancia policial lo que eso impidió que vecinos, familiares y amigos pudiesen acompañarlos.

“En la vela y el entierro no estuvimos tranquilos y hubo poca gente porque la Policía llegó como a las 9 de la noche y ya la gente que quería llegar no lo hizo por miedo” lamentaron.

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Doña Coquito se convirtió en un símbolo de Rebelión Cívica contra el régimen de 2018. El 18 de mayo de ese año, durante la segunda sesión del primer diálogo nacional que buscaba una salida a la crisis, la anciana que entonces se dedicaba a la venta de agua helada en los semáforos del Seminario Nuestra Señor de Fátima regaló toda su venta a las madres de los asesinados por la represión orteguista y jóvenes que llegaron a protestar.

A partir de entonces fue apodada la "abuela vandálica" y se convirtió en blanco de represión. La anciana sufrió asedio y detención arbitraria. Debido a la represión y las amenazas a su integridad se exilió en Costa Rica en 2019, aunque regresó al país luego de tres meses.