Sector privado se adelanta a atender pandemia ante pasividad del Estado

Amcham, Cosep y Funides crearán un Fondo de Asistencia Humanitaria para apoyar económicamente a iniciativas de prevención, tratamiento y mitigación del virus. Ortega sigue siendo irresponsable.

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  • April 02, 2020
  • 06:19 AM

AmCham, Cosep y Funides crearán un Fondo de Asistencia Humanitaria para apoyar económicamente a iniciativas de prevención, tratamiento y mitigación del virus. Ortega sigue siendo irresponsable.

MANAGUA — La pandemia de Covid-19 en Nicaragua se maneja a dos vías. Por un lado, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo la continúan minimizando al evitar medidas extremas; y por otro, el sector privado se ha mostrado preocupado, por lo que ha anunciado una serie de acciones para combatir la amenaza sanitaria.

El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Fundación Nicaraguense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) y la Cámara Americana de Comercio de Nicaragua (AmCham) han creado un Grupo de Trabajo, para apoyar las diversas iniciativas de prevención y mitigación del virus, que cuenta con la asesoría “académica y estratégica” del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae).

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La firma de un comunicado conjunto llega un día después que el Incae emitiera un mensaje a la nación en el que pedía unidad de todos los sectores para enfrentar la pandemia. 

Funides, Amcham y Cosep informaron que promueven acciones relacionadas con las políticas públicas y privadas que “aporten a la construcción de la respuesta de toda la sociedad nicaragüense a la crisis de salud y a la situación socioeconómica”.

También crearán un Fondo de Asistencia Humanitaria para apoyar económicamente a iniciativas de prevención, tratamiento y mitigación del virus, priorizando las independientes de salud ya existentes. Aún no está definido cómo funcionará, pero las organizaciones aseguraron que trabajarán de “forma descentralizada, transparente y priorizando a los sectores más vulnerables de la sociedad nicaragüense”.

Las tres organizaciones han tomado la iniciativa que le corresponde al Estado ante la pandemia, pero tienen poco margen de maniobra.

Habrá que esperar si en el Gobierno se hará eco del llamado del sector privado de trabajar de manera conjunta ante la crisis sanitaria. Hasta hoy la dictadura ha ignorado la propuesta que hicieron los hospitales privados de practicar las pruebas de coronavirus para detectar casos más rápido y evitar la propagación.

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Otros gestos es que algunas empresas ya han mandado a sus casas a trabajadores, como los de zona franca, u orientado teletrabajo, mientras el Gobierno mantiene a los funcionarios en las instituciones públicas. Incluso se niega a suspender clases.

La nota de prensa emitido hoy por Funides, Amcham y Cosep indica que en un segundo pronunciamiento estarán comunicando las medidas que consideran deben implementarse de inmediato.

La dictadura por su lado, aún cuando hay cinco casos confirmados de coronavirus y una muerte, se rehúsa a tomar medidas que contenga la propagación del virus, y más bien sigue apostando por la normalidad, al mantener una serie de actividades de recreación y religiosas de cara a la Semana Santa.

Esa negligencia ha motivado que organizaciones defensoras de derechos humanos enviaran una carta a representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de Salud (OMS) para que soliciten a la dictadura actuar con responsabilidad y asumir las recomendaciones ya dictadas por la OMS; asimismo, instruir que informe a diario a la población.

Por su parte, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) dijo a mediados de marzo que acusará al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por “exponer a las personas al peligro y atentar contra la salud” de los nicaragüenses.

¿TREGUA?

Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, reaccionó en Twitter y dijo que el sector privado, sin obviar que se continúan violando derechos, que hay presos políticos y que no se cumplen acuerdos de marzo de 2018, se está organizando para dar respuesta a lo que viene, en referencia al impacto sanitario y económico.

“Es importante recalcar que no estamos obviando la crisis sociopolítica que atraviesa el país, ni el seguimiento a los acuerdos suscritos con el Gobierno en marzo del año pasado, antes bien, estamos alojando todos los esfuerzos con pasos concretos para poner de manifiesto nuestro compromiso con la vida, la libertad y cuido a los más vulnerables”, informaron Amcham, Funides y Cosep.

Empresarios que forman parten del Cosep, consultados por Despacho 505, mencionaron que no se trata de una tregua o que quieran volver a establecer una alianza con la dictadura, sino más bien de contribuir a que el país enfrente con responsabilidad la pandemia.

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“Le estamos diciendo al Gobierno que cuente con nosotros para afrontar esto, por el bien de la sociedad. No es negando la pandemia que (la dictadura) resolverá, es reconociendo y tomando medidas. Está en ellos actuar, porque de lo contrario lo que veremos en este país es una mortandad sin precedentes”, dijo un empresario que habló a título personal.

La crisis que vive el país no sólo es sanitaria, sino también económica.

Nicaragua tiene uno de los sistemas sanitarios más frágiles de la región y ante las sanciones impuestas a funcionarios de la dictadura es poco probable que acceda a fondos de organismos internacionales.

Otro factor que juega en contra en esta pandemia es el nivel de pobreza del país. El 30% de la población vive en situación de pobreza y seis de cada 10 tiene un subempleo.

El Gobierno, como no reconoce la emergencia sanitaria, no ha anunciado planes de contingencia para atender a la población, como sí lo han hecho los demás países de la región, que han destinado recursos para los más pobres.

Pero, la empresa privada debe ir más allá de aplicar medidas que eviten la propagación del virus.

En particular la banca y las microfinancieras, consciente de que muchas personas ya han decidido quedarse en casa, y por tanto han limitando sus ingresos, deben dar pasos más concretos que alivien la carga económica de sus clientes, como una restructuración de créditos o suspensión de pagos, por ejemplo.

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