La dictadura proyecta 5 mil millones de dólares en remesas en 2024
Las remesas no solo sostienen el consumo doméstico, sino que también inyectan divisas esenciales para equilibrar las finanzas públicas.


- San José, Costa Rica
- December 05, 2024
- 12:23 PM
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Nicaragua cerrará este año con remesas estimadas en más de 5 mil millones de dólares, consolidándose como un pilar esencial para la economía del país, según indicó Ovidio Reyes, presidente del Banco Central.
Sin embargo, mientras el régimen celebra estas cifras como un indicador de "estabilidad macroeconómica", muchos observadores critican que el flujo de remesas no es un reflejo de prosperidad, sino una evidencia de la crisis estructural que obliga a miles de nicaragüenses a emigrar.
Reyes destacó recientemente que las remesas, junto con las exportaciones y la inversión extranjera, han sido claves para el crecimiento proyectado del 4% anual. No obstante, la dependencia económica del dinero enviado por migrantes pone en cuestión la sostenibilidad del modelo económico impulsado por el régimen.
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Las remesas no solo sostienen el consumo doméstico, sino que también inyectan divisas esenciales para equilibrar las finanzas públicas, en un contexto donde las sanciones internacionales limitan otras fuentes de ingreso.
Una economía dependiente del esfuerzo migrante
La masiva emigración de nicaragüenses, exacerbada por la crisis sociopolítica de 2018, ha generado un flujo constante de remesas que hoy representa más del 20% del PIB. Según un informe del BCN, Nicaragua captó un récord de 4,660 dólares en remesas hasta septiembre de 2024.
Este fenómeno responde a una combinación de factores, como la falta de empleo formal —a pesar de la tasa oficial de desempleo de entre 2.5% y 3% que el Banco Central defiende— y la represión gubernamental que obliga a miles a buscar mejores oportunidades en el exterior.
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Mientras el gobierno presume de un "entorno económico saludable", las remesas reflejan la incapacidad de generar oportunidades reales dentro del país.
Según la declaración final del FMI (Fondo Monetario Internacional), donde presentó una Declaración Final sobre la economía de Nicaragua, el flujo sólido de remesas ha sido clave para el desempeño económico, pero este recurso, que proviene del sacrificio de millones de migrantes, es utilizado para apuntalar un modelo económico que margina a la mayoría de los nicaragüenses.
Críticas a la gestión económica
El régimen utiliza las remesas como una herramienta para amortiguar los efectos de una economía que, aunque crece en cifras macroeconómicas, no logra traducirse en mejoras tangibles para la población.
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En paralelo, las reformas económicas, como la obligatoriedad de pagos en córdobas a partir de 2025, buscan estabilizar la economía en beneficio del aparato estatal, pero generan incertidumbre en un mercado dolarizado.
Si bien las remesas alivian la pobreza y sostienen a las familias, también son un recordatorio de que millones de nicaragüenses se ven obligados a buscar sustento fuera del país. En lugar de garantizar derechos y crear condiciones para el desarrollo local, el régimen parece depender de una diáspora que financia, indirectamente, su permanencia en el poder.