Las desventajas del comercio con China para Nicaragua: una mirada crítica a la relación bilateral
Los productos baratos amenazan a los pequeños comerciantes, mientras que el régimen de Ortega prioriza intereses geopolíticos sobre el bienestar económico.


- Managua, Nicaragua
- January 15, 2025
- 08:30 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
Tres años después del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Nicaragua y China, y a un año de la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, los comerciantes nicaragüenses se enfrentan a un panorama cada vez más desafiante. A pesar de la euforia inicial, los pequeños negocios luchan por sobrevivir ante la creciente invasión de productos chinos que amenazan la estabilidad de sus operaciones.
El comercio bilateral, que alcanzó 1.136 millones de dólares entre enero y noviembre de 2024, duplicando los números del año anterior según Chen Xi, embajador de la República Popular China en Nicaragua, muestra cifras impresionantes. Sin embargo, la mayor parte de este intercambio corresponde a las importaciones de productos chinos, lo que pone en evidencia la desequilibrada naturaleza de la relación comercial. Mientras que los consumidores nicaragüenses se sienten atraídos por los precios bajos, la calidad de los productos de origen chino genera serias preocupaciones.
La competencia desleal entre los comercios locales y las tiendas chinas pone en jaque la supervivencia de pequeños empresarios nicaragüenses. Los productos chinos, generalmente más baratos, despojan a los negocios nacionales de su clientela, que opta por lo extranjero a pesar de la posible inferioridad de calidad. El politólogo Félix Maradiaga considera que en un contexto ideal, es decir, sin la actual dictadura de Ortega-Murillo, este vínculo comercial podría ser una oportunidad para diversificar mercados y fortalecer la economía del país. Sin embargo, señala que la realidad bajo el régimen de Ortega es completamente diferente.
MÁS NOTICIAS | Ortega entrega el Mercado Oriental a los chinos
“Bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, esta alianza no responde a los intereses del pueblo nicaragüense, sino a una agenda ideológica belicista y antioccidental que repite patrones históricos, como ocurrió en los años 80 con la Unión Soviética y Cuba”, afirma Maradiaga, quien subraya el carácter estratégico de la relación con China, más orientada hacia consolidar el poder autoritario y aislar a Nicaragua de la comunidad internacional democrática, que hacia el desarrollo económico real del país.
Calidad de productos chinos en duda
El analista José Antonio Peraza advierte que la inundación de productos baratos de origen chino podría tener consecuencias perjudiciales a largo plazo para la economía nacional. “El sistema de comercio va a sufrir en Nicaragua, China nos está inundando de productos baratos posiblemente de mala calidad. El consumidor va a sustituir a su proveedor tradicional, que son productos de Estados Unidos, por productos defectuosos que ni siquiera permitirán la posibilidad de obtener cambios o reembolsos”, explica Peraza, sugiriendo que la calidad de los productos importados podría afectar negativamente la confianza de los consumidores y la estabilidad del mercado local.
La creciente deuda con China, combinada con la falta de un sistema comercial justo y transparente, plantea serias dudas sobre los beneficios a largo plazo de esta relación. Según Ana Margarita Vijil, excarcelada política y miembro del movimiento UNAMOS, los pequeños comerciantes se ven seriamente perjudicados por las condiciones preferenciales otorgadas a los comerciantes chinos, mientras que Managua se endeuda cada vez más con Pekín.
"El Estado Nicaragüense se está endeudando con el gobierno chino, deudas que luego deberemos pagar nosotros, entregándole nuestros recursos nacionales a través de las concesiones mineras", afirma Vijil, alertando sobre el impacto que estas deudas puedan tener en el futuro económico del país.
Hasta mayo de 2024, más de 1.96 millones de hectáreas de tierras en Nicaragua habían sido concedidas para la explotación minera metálica, de las cuales un 11.66% fueron entregadas a empresas chinas entre octubre de 2023 y abril de 2024. La falta de garantías en los proyectos financiados por China, como el aeropuerto de Punta Huete y otras grandes importaciones, plantea riesgos para el medio ambiente, las comunidades locales y los derechos laborales de los nicaragüenses.
“En lugar de generar un desarrollo sostenible, estas relaciones solo profundizan la dependencia y perpetúan un modelo extractivista que beneficia a las élites aliadas al régimen y a empresas extranjeras”, sostiene Maradiaga, quien advierte que el modelo comercial con China pone en peligro incluso el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (DR-CAFTA), un acuerdo fundamental para la economía nicaragüense. En su opinión, la falta de transparencia, regulación y equilibrio en los intercambios con China podría resultar en consecuencias devastadoras para la economía nacional a largo plazo.