Organizaciones exponen la grave crisis que vive Nicaragua previo a examen de Nicaragua en la ONU
Nicaragua está bajo un gobierno "autoritario, represor y violador de derechos humanos, que ha sumido al país en una profunda crisis, marcada por el descontento social y la caída de la economía”, expuso la doctora Vilma Núñez.
- April 03, 2019
- 08:05 AM
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Nicaragua está bajo un gobierno "autoritario, represor y violador de derechos humanos, que ha sumido al país en una profunda crisis, marcada por el descontento social y la caída de la economía”, expuso la doctora Vilma Núñez.
Defensores de derechos humanos y miembros de la sociedad civil nicaragüense expusieron en Ginebra, ante la comunidad internacional, la profunda crisis de derechos humanos que enfrenta Nicaragua desde hace casi un año.
Representantes de distintos organismos acudieron a la sesión previa del Examen Periódico Universal (EPU) que Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas realizará en mayo próximo a Nicaragua y a la cual también estaban citadas las autoridades del gobierno de Daniel Ortega, pero no asistieron.
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“Existe un profundo deterioro de la situación de los derechos humanos en Nicaragua, caracterizada por la represión iniciada en abril de 2018 y sus efectos: muertes, personas heridas, desaparecidas y centenares de personas que ahora enfrentan procesos sin que se respeten las garantías del debido proceso”, expuso la doctora Vilma Núñez, presidenta del Cenidh.
Núñez manifestó que el país está bajo un gobierno “autoritario, represor y violador de derechos humanos, que ha sumido al país en una profunda crisis, marcada por el descontento social y la caída de la economía que ha traído desempleo, ocasionado la migración de miles de nicaragüenses y empobrecido a amplios sectores de la población”.
Desde el 18 de abril de 2018, Nicaragua se encuentra sumergida en una grave crisis de derechos humanos que se ha ido intensificando. Durante los últimos meses, el gobierno ha ido desarticulando los espacios de crítica y la violencia se manifiesta de forma más selectiva hacia defensores y defensoras de derechos humanos, mujeres, periodistas, medios de comunicación independientes, personas LGBTI y organizaciones de la sociedad civil a las que les cancela su personalidad jurídica.
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Por su parte, Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), recalcó que en Nicaragua “se han debilitado las garantías fundamentales para el ejercicio de la libertad de expresión y manifestación, caracterizándose todo el periodo entre 2014 y 2019 por agresiones, represión e intimidación, detenciones arbitrarias, vigilancia policial, escuchas telefónicas a los periodistas independientes y en el caso de las mujeres, han sido víctimas de reiterados actos de violencia institucional, registrándose ataques a mujeres periodistas impregnados de violencia y misoginia”.
Sobre los pueblos indígenas y las comunidades étnicas de las Regiones Autónomas de Nicaragua, Lottie Cuningham del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN) señaló que “estos continúan viviendo bajo inaceptables condiciones de desigualdad en una realidad muy marcada por: la violencia, la invasión de sus territorios, el irrespeto a las elecciones de sus autoridades tradicionales, la instalación de mega proyectos sin su previo consentimiento, la corrupción e impunidad”.
En esta pre-sesión EPU participaron también participaron representantes de Ipas Centroamérica, Fundación del Río, de la Plataforma Nicaragüense de Redes de ONG y de la Fundación Marista por la Solidaridad Internacional (FMSI), quienes expusieron violaciones de derechos humanos cometidas en el país para sensibilizar a los Estados que evaluarán a Nicaragua próximamente.
El EPU ofrece a cada Estado la oportunidad de declarar cada cinco años qué medidas ha adoptado para mejorar la situación de los derechos humanos en el país y para cumplir con sus obligaciones en la materia. Sin embargo, a la pre-sesión realizada hoy no se presentaron representantes del Estado de Nicaragua.
Al evento asistieron 43 misiones diplomáticas presentes en Ginebra, y de ellas participaron las misiones de Chile, Colombia, Bélgica, Canadá y Argentina con preguntas enfocadas en la situación de los más de 700 presos políticos, la independencia judicial o los avances de las negociaciones que actualmente sostiene el gobierno con la sociedad civil.
RECOMENDACIONES
Cada uno de los defensores de derechos humanos presentes en la pre-sesión del EPU expuso sus recomendaciones al Estado de Nicaragua, mismas que podrían ser retomadas por los Estados que evaluarán al país en mayo.
Entre ellas están garantizar la investigación pronta, exhaustiva, independiente y transparente de todas las denuncias de violación, tortura y otros malos tratos presuntamente cometidos por la autoridad y quienes actúan como agentes de autoridad, exigir las debidas responsabilidades y proporcionar a las víctimas reparación e indemnización.
Señalan la necesidad de que el gobierno respete al derecho a la protesta social y cese la criminalización de las manifestaciones cívicas”, demandan.
“Las personas privadas de su libertad por cuestionar con sus ideas y acciones al régimen deben ser puestas inmediatamente en libertad.
Además piden elaborar, en conjunto con defensores y defensoras de derechos humanos, un Protocolo de Protección para Defensores de Derechos Humanos en Nicaragua a fin de superar las actuales condiciones de inseguridad, hostigamiento, estigmatización y criminalización.
Se recomienda también promover junto a un equipo de apoyo internacional que investiga las denuncias contra los hospitales y otras entidades que no brindaron la atención debida durante la represión a las protestas de abril y meses subsiguientes.
“Demandar al Estado que permita el ingreso, permanencia y acceso ilimitado a la información pertinente a los órganos internacionales para que analicen, verifiquen y señalen las responsabilidades y se definan las medidas correctivas y sanciones para los responsables de violentar el derecho a la salud de la población”, es otra exigencia planteada.
Se añaden otras propuestas como garantizar un sistema de registro de la información que permita conocer la situación real de la violencia, violencia sexual y la mortalidad materna en el país para desarrollar acertadas estrategias y acciones de prevención y atención oportunas.
Así mismo, recomiendan crear una política de Estado de atención a otras víctimas del femicidio.
También se pide la restitución de los derechos territoriales de las comunidades indígenas protegiéndoles frente a las invasiones de “colonos” o personas no indígenas y terceros mediante el establecimiento de un diálogo con las autoridades tradicionales para concertar el procedimiento de saneamiento de los 23 territorios indígenas titulados.
Las recomendaciones que fueron hechas al Estado de Nicaragua en el EPU anterior, el de 2014, “no fueron implementadas”, aseguró Mayte Ochoa, de Ipas Centroamérica, quien sostuvo que el Gobierno “en unos casos asumió compromisos que no cumplió y en otros, rechazó emprender las reformas requeridas y adecuar la legislación a los estándares internacionales”.
*Con información del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos