¿Si cae Ortega debería caer su Campana?
En Managua, Daniel Ortega ha tirado más de 2,55 millones de dólares para borrar el rastro de sus antecesores. Actualmente, en la capital se construye un campanario en su honor que sin estar terminado ya hay quienes quieren verlo hecho polvo.


- julio 16, 2020
- 11:46 AM
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En Managua, Daniel Ortega ha tirado más de 2,55 millones de dólares para borrar el rastro de sus antecesores. Actualmente, en la capital se construye una campana en su honor que sin estar terminada ya hay quienes quieren verla hecho polvo.
En el centro de Managua, en los últimos 59 días cuadrillas de obreros levantan una torre de hormigón de 17 metros de altura donde se colocará una campana que tocará el Angelus y repicará las horas. La campana no tiene un nexo histórico o cultural. Es en realidad un tributo a la figura de Daniel Ortega, por lo que aun sin haber sido inaugurada hay quienes sentencian que tiene los días contados.
¿Si Ortega cae, debería caer su campana? Especialistas sostienen que no se borra la historia destruyendo la memoria que representan ese tipo de estructuras. También señalan que la fórmula de quitar y poner es una práctica dañina que prevalece en la política nicaragüense.
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En los últimos trece años del orteguismo hay suficientes muestras de derribo de obras; En la misma capital donde se dan los toques finales a la Campana de la La Paz, por la que la Alcaldía desembolsó 29.1 millones de córdobas fuera de presupuesto y saltándose los procedimientos que una asignación de ese tipo requiere.
El arquitecto e historiador Fernando López considera que los monumentos se deben conservar como constancia de acontecimientos. "Lamentablemente esa es la historia nuestra. Lo ideal sería que eso quede como una reliquia, son referencias, ¿las vamos a arrancar de la memoria? No podemos. Ahora quedan registros, escritos, el periodismo deja constancia, hay documentales, vídeos; todo queda navegando en la internet para la historia, aún así no hay que seguir destruyendo el patrimonio", enfatiza.
Destruir legados “es una práctica de emperadores”, valora el municipalista Gilberto Lindo. “La intención era enviar una señal al pueblo de que quien le había gobernado debería quedar en el olvido", refiere.
Que ese tipo de prácticas persistan, las califica como una acción de figuras de poder para reafirmarse y proyectarse como el presente.
ORTEGUISMO DESTRUCTOR
La exguerrillera Dora María Téllez señala que el régimen de Daniel Ortega se ha caracterizado por derribar monumentos y edificaciones históricas en un afán por borrar la verdad. Esto ha sido más evidente en Managua, de donde desapareció la fuente bailarina, el Faro de la Paz y la Cocha Acústica.
Solo en esos tres monumentos hay un desperdicio de 2,55 millones de dólares.
"En el caso de la Concha Acústica, el Frente Sandinista destruyó lo hecho por Herty Lewites, es decir, era muy importante para ellos borrar ese legado, y así pasó con el Parque de la Paz, para borrar el período de doña Violeta. ellos solo han dejado rastro de monumentos que están referidos al régimen de los Ortega-Murillo, esto tiene que ver con un culto a la personalidad a la familia presidencial, y que además financian con el presupuesto gubernamental", critica Téllez.
Obviando los “despropósitos” de cada administración, “la mayor afectación es la cuantiosa inversión que se echa a la basura por caprichos ajenos a la realidades y necesidades de los servicios públicos de la población", dice el concejal Selín Figueroa, del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL).
Lindo también cuestiona el derroche que ha hecho Ortega en los últimos años: "Cómo vamos agotar los recursos en un país tan pobre, los recursos se deberían de usar con lógica y racionamiento", plantea.
NO SE PUEDE REINAUGURAR LA HISTORIA
El arquitecto e historiador Fernando López identifica una equivocada pretensión por “reinaugurar” la historia, "como si lo que pasó no tiene raíces o antecedentes, como si no tiene su razón histórica de ser, aún cuando estemos de acuerdo o no, no podemos destruir los legados de antecesores", explica.
No obstante, López observa que además de Ortega, otros gobernantes han acabado con íconos importantes. "Arnoldo Alemán, por ejemplo, borró murales que significaban la lucha del pueblo en contra la dictadura somocista", recuerda.
El especialista considera que tanto la sociedad como los gobernantes deben "entender que esas cosas forman parte del patrimonio histórico, y la historia de Nicaragua está llena de conflictos, desde 1821 hasta la fecha han venido contradicciones, guerras civiles y conflictos tremendos, entonces lo que deberíamos hacer es un gran museo de la infamia del país".
LEGADO SIN PROTECCIÓN
Gilberto Lindo explica que a diferencia de otros países, Nicaragua no cuenta con leyes que impidan destruir una obra para construir otra, “pero el hecho es que los recursos públicos deben ser protegidos por quien está de turno (en el poder)", apunta.
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En Nicaragua solo están protegidos los bienes culturales declarados patrimonios. Lindo explica que la Ley de Probidad de los Servidores Públicos, aprobada el 16 de julio del 2002, bajo la administración de Enrique Bolaños, que manda a los servidores públicos vigilar y salvaguardar los patrimonios del Estado y cuidar que sean utilizados debida e irracionalmente a los fines que se destina.
“Los patrimonios del Estado se dividen en públicos y privados, en este caso La Fuente, Faro, eran de uso público”, apunta el municipalista tras señalar que corresponde a la Contraloría “calificar si cayó en un delito o no el Gobierno al derribar estos bienes".
LOS MONUMENTOS BORRADOS POR EL ORTEGUISMO
1. Fuente Bailarina construida por el gobierno de Arnoldo Alemán en 1999.
2. La Concha Acústica, construida por el alcalde Herty Lewites en el 2004. El 6 de mayo inició el proceso de demolición y concluyó el 16 de mayo del 2014. El monumento costó 1,1 millón de dólares y fue construido en parte con fondos donados por Taiwán.
3. El Faro de la Paz construida por Violeta Barrio de Chamorro en el sector norte del parque Luis Alfonso. Construida en 1991. costó 1.2 millones de dólares. El monumento, erigido sobre 15.000 fusiles que fueron utilizados en la guerra civil librada entre el primer régimen sandinista (1979-1990), que presidió el actual mandatario Daniel Ortega, y la "Contra", y que dejó miles de muertos.
4. La Rotonda de Plaza Inter. El 28 de julio el régimen de Daniel Ortega inauguró la Rotonda y Monumento Hugo Chávez en Managua, en ocasión al 59 aniversario del natalicio del dictador venezolano, cuatro meses y 23 días después de su muerte. Chávez murió el 5 de marzo del 2013.