El miedo al coronavirus obligó a Ortega a cancelar su principal celebración partidaria del 19 de julio

Conmemorar el aniversario de la Revolución habría implicado una asistencia obligatoria del dictador. El régimen canceló el acto central en Managua, pero sigue exponiendo a sus simpatizantes al contagio al promover celebraciones en todos los municipios del país.

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  • July 18, 2020
  • 01:31 AM

Conmemorar el aniversario de la Revolución habría implicado una asistencia obligatoria del dictador. El régimen canceló el acto central en Managua, pero sigue exponiendo a sus simpatizantes al contagio al promover celebraciones en todos los municipios del país.

Este año no habrá caravanas de vehículos viajando a Managua para celebrar un aniversario más de la Revolución sandinista, no habrá derroche estatal para organizar el acto parafernalio de Rosario Murillo, y por primera vez en 41 años, no habrá un discurso de Daniel Ortega ni el baño de masas que solía darse en los 19 de julio. Por mucho que intentó minimizar la pandemia, Ortega se vio obligado a cancelar el principal evento partidario por dos miedos: el contagio al coronavirus y dejar expuesta su decadencia.

La dictadura sigue perdiendo batallas por mucho que se niegue a reconocer el impacto del coronavirus en el país. No hubo celebración en Niquinohomo, Masaya, el 18 de mayo por el nacimiento del general Augusto C. Sandino y no hubo repliegue táctico a Masaya en junio pasado. La familia Ortega-Murillo ha decidido resguardarse en El Carmen, sin embargo, han orientado a sus bases realizar celebraciones en todos los municipios del país.

Dos exguerrilleros sandinistas que participaron, con fusil en mano, en la derrota de la dictadura de Anatasio Somoza en 1979, coinciden en que la familia dictatorial fue derrotada por el coronavirus y por el desencanto de sus bases. El pánico a contagiarse y el temor a no lograr asistencia suficiente, cortaron 40 años de consecutivas celebraciones en la plaza los 19 de julio.

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La comandante Dora María Téllez, desde la década de 1990 separada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN)y activa en la oposición, y el general de brigada en retiro, Hugo Torrez Jiménez, no recuerdan que haya habido motivo alguno, aún en las peores crisis del FSLN, por el que se hubiera pensado siquiera en dejar de celebrar un 19 de julio con un acto en una plaza llena a reventar, pues ahí aprovechaba el partido para mostrar su brazo y su poder de convocatoria.

Téllez considera que el pánico a contagiarse de coronavirus y el miedo a no lograr asistencia para llenar la plaza el 19 de julio, muy a pesar del régimen, dio al traste, por primera vez en la historia, con su más importante celebración del año.

“La familia dictatorial está en su búnker, guardando la más estricta y segura cuarentena del país, con médicos especialistas a su entera y exclusiva disposición y todos los equipos y medicamentos necesarios, nadie de la familia sale, no se iban a exponer en un acto público como los que suelen hacer los 19 de julio, tienen pánico, pero además, los dictadores temen mostrar al mundo la evidencia más clara de su decadencia, que es el rechazo de sus propias bases”, indico la exguerrillera que alcanzó el grado de comandante durante la lucha armada contra la dictadura somocista.

La exguerrillera recordó que una de las últimas encuestas de la firma Cid Gallup reveló que el FSLN bajó a un 20% de aceptación dentro de la población nicaragüense, es decir, ha perdido más del 15% de seguidores, producto de la represión desatada desde abril el 2018 y al mal manejo de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.

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“Es evidente que la dictadura ha perdido poder de convocatoria, su capacidad de movilizar a la gente ha disminuido muchísimo, pueden acarrear a los empleados públicos y gente de los departamentos, pero ya no a la gran masa de sus antiguos seguidores”, dijo la comandante Téllez.

En tanto, el comandante guerrillero y general de brigada retirado, Hugo Torrez, también cree que lo factores mas importantes por los que la pareja dictatorial decidió no celebrar en la plaza el 19 de julio, son dos miedos:  el miedo al virus y el miedo a al rechazo de su propia militancia que no asistiría como en otros años, a esa concentración por temor a contagiarse y por desencanto.

“Los Ortega-Murillo dan muestras una vez más del total desprecio que sienten por la vida de sus propios militantes. Mientras ellos se protegen en su búnker, los mandan a hacer actividades de aglomeración sin tomar medidas de precaución y se exponen innecesariamente y cancelan la celebración del 19 de julio en la plaza porque saben que no pueden movilizar a sus bases como antes, pero además para no tener que exponerse ellos, no es por la gente de sus bases sino por ellos. La vida de sus militantes no les interesa, solo les interesa la vida de ellos y su familia”, apuntó Torrez.

El general retirado es más drástico que la comandante Téllez al estimar la perdida de poder convocatorio y simpatía actual del partido sandinista.

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“Yo estimo que el partido sandinista ya no convoca, su militancia activa y fiel ha disminuido mucho, debe andar por el 12% a 15% en comparación con el 35% de votantes que tenía antes”, dijo.

A criterio de Torrez, otro factor que influyó para la suspensión de las celebraciones masivas el 19 de julio, es porque han perdido capacidad de movilización por falta de dinero, han vaciado las arcas del Estado y no van a tocar dinero del patrimonio del partido que es como de ellos. “Todas las actividades partidarias son financiadas con dinero del estado y esas cuentas están raquíticas”, dijo.

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