Corrupción y autoritarismo empañan gestión de Ortega, afirman analistas políticos

El organismo Transparencia Internacional (TI) aplazó al régimen de Daniel Ortega y ubicó a Nicaragua como el segundo país más corruptos de América Latina, solo superado por Venezuela.

En los últimos ocho años Nicaragua descendió 7 puntos en los niveles de corrupción y pasó de la posición 130 en el 2012 a la 159 en el 2020, de acuerdo al ranking de Transparencia Internacional.

El sociólogo Cirilo Otero señaló que es “grave” que Nicaragua sea el segundo país más corrupto de América Latina, ya que deteriora las posibilidades de poner en marcha un desarrollo sostenible y profundiza el aislamiento del resto del mundo.

Además, dijo que pone a Nicaragua en desventaja para negociar préstamos, asistencia técnica y ayuda humanitaria.

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“Hay que recordar que nosotros tenemos más de dos docenas de funcionarios de alto nivel que han sido calificados por Estados Unidos como delincuentes internacionales”, afirmó Otero.

CORRUPCIÓN Y AUTORITARISMO

El analista político Eliseo Núñez explicó que la posición que ocupa Nicaragua en el ranking sobre Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional es el reflejo del autoritarismo con que Ortega dirige el país, lo cual genera corrupción.

“En el arca abierta hasta el justo peca”, ejemplificó Núñez, al indicar que en el país no hay controles, porque el "autoritarismo paga las lealtades" dejando que el “Estado se convierta en botín y lo que tenés al final es una corrupción galopante”.

Núñez dijo que las consecuencias de ser considerado el segundo país más corrupto se reflejará en la poca inversión extranjera, ya que nadie quiere poner su dinero en una nación que tiene la percepción de “corrupta”.

“En la medida en que vos no tenés capacidad de planificar en un país tu inversión basado en justicia, cumplimiento de contrato, etc., simplemente no invertís”, manifestó Núñez.

FALTA DE TRANSPARENCIA

Para el sociólogo Cirilo Otero la transparencia también está relacionada a la publicación de datos de la administración pública, como por ejemplo, los indicadores de inflación, índices de pobreza, decrecimiento y por supuesto el manejo que le ha dado el régimen de Ortega a la pandemia del Covid-19.

“Hay una desconfianza total, no solo por la poca información, sino que además es falsa, por ejemplo, sobre inflación. La inflación la estamos pagando los consumidores del país”, detalló Otero.

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El economista Alejandro Arauz, explicó que "es una pésima imagen" para Nicaragua ser considerado como uno de los países de América Latina más corruptos, porque afecta el crecimiento y desarrollo de la economía de un país y la distribución de la riqueza.

“La desviación de fondos públicos no contribuye de ninguna manera en la distribución equitativa de la riqueza del país sobre todo de los impuestos cuando son capturados por el gobierno”, manifestó el economista.

Arauz aseguró que difícilmente Nicaragua reducirá la pobreza, y mejorar los índices de crecimiento y desarrollo, debido a los niveles de corrupción con la designan los proyectos, “estos los amarran con sus allegados", eso sin mencionar los altos niveles de nepotismo en las instituciones públicas.

Otros aspectos que afectan al desarrollo de los países son los sobornos, el uso de la función pública para beneficio personal, un Estado que se usa como instrumento para ejercer la corrupción y que no se llevan a cabo enjuiciamientos de corruptos.