Una joven de 18 años se convierte en la quinta víctima de femicidio en Nicaragua

La violencia machista cobró la quinta víctima fatal en Nicaragua: Carmen Hernández Godínez, de 18 años, originaria del municipio de Río Blanco, en Matagalpa.

El viernes la joven salió del trabajo y no regresó a su casa. Los familiares denunciaron su desaparición y comenzaron la búsqueda que terminó hoy con el hallazgo del cadáver en una zanja y cubierto por leños y tierra, según reportes en directo de medios locales.

La madre de la joven relató que la muchacha había ido a trabajar y al no regresar a su casa sospecharon que algo malo le había sucedido. "¿Por qué me la mataron y no me mataron a mí?", reprochaba dolida la señora al relatar que anoche atraparon a unos sujetos sospechosos, pero los dejaron ir.

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El observatorio de la organización Católicas de Nicaragua por el Derecho a Decidir reportó cuatro femicidios durante el mes de enero y siete mujeres que escaparon de ser asesinadas. Las defensoras señalaron la falta de acciones y de acceso a la justicia como uno de los factores que agravan la vulnerabilidad de las mujeres en Nicaragua, principalmente en las zonas rurales.

De los cuatro feminicidios reportados en enero, uno quedó impune, en otro caso el sospechoso se encuentra prófugo, un tercero está bajo investigación, y uno más enfrenta proceso judicial, indicó el organismo.

ODIO CONTRA LAS MUJERES

Las defensoras insisten en la falta de compromiso del Estado, lo cual está reflejado en el no reconocimiento de los asesinatos de mujeres como una expresión del machismo y limitar el femicidio a las relaciones de pareja.

“Es odio contra las mujeres, es la misoginia que incluso está dentro de la Ley 779  en uno de sus artículos, la misoginia es odio contra lo femenino, y eso es lo que demuestra y se expresa en los femicidios recientes, tanta saña, tanta crueldad, que sufren antes de ser asesinadas. Lo vemos espeluznante, este último el de femicidio (el  Katring)  se denota la planificación. Es misoginia”, dijo a DESPACHO 505 Maryce Mejía, de la Red de Mujeres Contra la Violencia.

Las defensoras lanzan con insistencia alertas sobre el riesgo que enfrentan las mujeres, y demandan una atención urgente que no hace eco en el Ejecutivo. Por el contrario, consideran que la violencia machista ha sido instrumentalizada políticamente, porque fue impuesta la prisión perpetua en el país como una supuesta medida para castigar crímenes graves como los que se cometen contra niñas, adolescentes y mujeres; pero en la práctica las autoridades invisibilizan la violencia machista y benefician a condenados por delitos sexuales o femicidio con el mal llamado "perdón presidencial".

El 2020 cerró con 71 femicidios, la mayoría no reconocidos por las autoridades. Fue el segundo año más violento para las mujeres en la última década. En 2010 se registraron 89, mientras que en 2014 la cifra fue de 70, y desde ese año los crímenes incrementan.