Aumenta a once las víctimas de femicidio en Nicaragua

Ingrid de los Ángeles Baltodano Pérez, de 19 años, se convirtió el lunes en la víctima número once de la violencia machista en Nicaragua y la primera registrada en el mes de marzo que apenas inicia. La joven fue atacada con un machete por su expareja el pasado domingo 28 de febrero, en el barrio El Granero, ubicado en el municipio de San Rafael del Sur, y trasladada de emergencia al hospital Antonio Lenin Fonseca de Managua, donde falleció.

El agresor identificado como José Antonio Castro Muñoz fue capturado este martes y le incautaron el machete con que cometió el crimen. El sujeto será puesto a la orden de las autoridades judiciales para responder por el delito de femicidio.

Hasta este martes la Policía se pronunció sobre este femicidio a través de un comunicado en el que justifican el crimen como un acto motivado por la discordia de pareja. "Testigos entrevistados refieren que el sujeto José Antonio Castro Muñoz, de 23 años de edad, discutió con su cónyuge Ingrid de los Ángeles Baltodano Pérez, motivado por discordia de pareja, la agredió con arma corto punzante (machete)", dice el texto.

Según las organizaciones defensoras de las mujeres, este tipo de lenguaje en los informes policiales referidos a casos de femicidios, refleja su falta de sensibilidad y conocimiento en el tema de género y que afecta el acceso de la justicia de las víctimas de violencia familiar.

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Hasta la fecha, la organización Católicas por el Derecho a Decidir reporta once femicidios en el país y uno ocurrido contra una nicaragüense en Costa Rica.  Además, reportan contabiliza 24 femicidios frustrados: 15 en enero y 9 en febrero.

AUMENTO DE LA VIOLENCIA

El incremento de la violencia machista fue incluido por Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, entre los temas preocupantes en materia de derechos humanos en Nicaragua.

El informe presentado por la Alta Comisionada indica que la violencia contra las mujeres aumentó en el contexto de la pandemia del Covid-19 y por la situación humanitaria luego del paso de los huracanes Eta e Iota en noviembre del año pasado.

Además, identifica que mientras los datos oficiales reflejan 11 femicidios entre el 1 de febrero y el 7 de agosto del 2020; las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres contabilizaron 71 femicidios en el 2020.

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El monitoreo de la violencia machista que realizan las defensoras, también permitió documentar 115 femicidios frustrados, 43 más que en el año 2019, cuando sumaron 72.

"Las organizaciones de mujeres pusieron en funcionamiento líneas telefónicas de emergencia durante la pandemia, ya que, en ocasiones, las víctimas se habían mostrado reacias a presentar denuncias a la policía", expresa el informe.

La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (Oacnudh), deja constancia en su informe que durante el 2019 y 2020 solo 4 de los 12 autores de los femicidios fueron condenados: "Esto podría estar en parte relacionado con la implementación de un decreto de 2014 que reglamenta la Ley 779 de 2012 sobre la Prevención de la Violencia contra las Mujeres, que limita la definición de femicidio al asesinato de mujeres solo en el contexto de una relación".

La Oacnudh también recibió información de las organizaciones de la sociedad civil que denuncia las deficiencias del sistema judicial "incluyendo estereotipos sexistas entre algunos de sus miembros", así como la falta de investigaciones sobre los antecedentes y abusos que sufrieron las víctimas de femicidios. "Además, el reglamento de la Ley 779 incorporó la mediación entre la víctima y el agresor, lo que aumenta el riesgo de impunidad, mientras se expone a las víctimas a la revictimización y a las represalias", refiere el documento que fue presentado la semana pasado en Ginebra, durante el 46 periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.