El clamor de unidad para derrotar a Ortega llega a horas decisivas

La oposición nicaragüense negocia contra reloj una acuerdo político para participar unidos en las próximas elecciones generales y enfrentar al sandinista Daniel Ortega en las urnas. Este miércoles 12 de mayo vence el plazo que fijó el Consejo Supremo Electoral (CSE) para que los partidos políticos presenten su solicitud de inscripción de alianzas.

Amplios sectores de la población nicaragüense demandan la unidad opositora como única alternativa para vencer a Ortega, sin embargo, hasta el momento todo ha quedado en intenciones. A este clamor se han sumado expertos políticos han manifestado que la unificación de los bloques opositores es esencial para derrotar a Daniel Ortega en las urnas el próximo 7 de noviembre.

El analista político Bosco Matamoros considera que si la oposición logra conformar un amplio bloque “perfectamente puede ganarle las elecciones a Daniel Ortega”, ya que asegura que cerca del 70% del electorado ha mostrado su rechazo al régimen según las últimas encuestas.

Matamoros asegura que Ortega no permite que en Nicaragua se desarrolle un proceso electoral justo, transparente, competitivo y creíble, porque teme no ganar las elecciones limpiamente.

“Es evidente que si no hay estratagemas, si no se recurre a la alteración del sistema electoral, Daniel Ortega no tiene posibilidad de ganar esas elecciones", afirmó.

En Nicaragua hay dos bloques: La Alianza Ciudadana que aglutina a la Alianza Cívica, al partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) y al Partido Movimiento de Unidad Costeña (Pamuc). En la otra acera está la Coalición Nacional integrada por la Unidad Nacional Azul y Blanco, (UNAB), el Partido de Restauración Democrática (PRD), el movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), el Movimiento Campesino, organizaciones gremiales y el partido indígena Yatama, que recientemente fue suspendido.

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La exguerrillera Dora María Téllez, expone que unidos es posible “derrotar a Ortega” debido al aislamiento en que se encuentra a nivel nacional “y creo que una avalancha de votos puede convertir muy difícil la tarea de hacer un fraude” y si lo hace sería de una forma evidente lo cual lo dejaría en evidencia a nivel internacional y profundizaría la ilegitimidad.

“La unidad es fundamental para derrotar a Ortega, ellos están contando con la división y para eso han apostado, jugado y metido todos sus esfuerzos”, indicó Téllez.

ARITMÉTICA ELECTORAL

Eduardo Solórzano, economista y experto en políticas públicas, expone que hay que tomar en cuenta la “aritmética electoral”, la cual es importante ya que en Nicaragua se gana por uno o cinco votos y sí se habla que cerca del 70 % de la población es opositora y si hay una gran abstención entonces gana el que relativamente tiene mayores votos.

“¿Por qué es importante la unidad de la oposición? Porque se logra ojalá sea así, un voto masivo es más difícil de esconder, de cambiar y es la manera de poder demostrarle a la comunidad internacional que sí hubo o no fraude”, manifestó Solórzano.

Pero si van en cuatro o cinco bloques el voto se divide y el Frente Sandinista que según cálculos de expertos tiene un voto cautivo ganaría las elecciones.

“Mientras que, si van en bloque más unido, que es lo que se está buscando ahorita, esto daría la posibilidad de que al menos el porcentaje que necesite el partido de gobierno sería mucho más alto, necesitaría más del 30 o 40 % que es el más difícil inventárselo”, expone Solórzano.

En las elecciones del 1990, Violeta Barrios de Chamorro, encabezó a la Unión Nacional Opositora (UNO), conformada por 14 partidos políticos y logró vencer a Ortega. Pero en las elecciones de noviembre del 2006, la oposición llegó dividida y Daniel logró retomar el poder y desde entonces se ha “atornillado” a él, y a lo largo de los años logró tener el control de todos los poderes del Estado.

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Uno de los escenarios que plantea Matamoros es que en noviembre próximo la población salga a votar de manera masiva en favor de una fórmula de la oposición que agrupe a todos los sectores de la población, “bajo estas condiciones sería muy difícil que lleve a cabo un fraude electoral”.

Pero eso no quiere decir que el Frente Sandinista va a desaparecer como uno de los actores de la política nicaragüense ya que tendría representación en la Asamblea Nacional, calcula que obtendría unos 25 a 30 diputados.

“Allí la cuestión de orden filosófico es sí Daniel Ortega en ese caso pierde el gobierno y quiere mantener mecanismos de control real del país, es decir estaríamos de frente a una situación de inestabilidad que no sabemos cuánto durará”, opina Matamoros.

Pero si Ortega gana el poder nuevamente, Bosco tampoco vislumbra un panorama alentador ya que el país enfrentaría una situación de “precariedad política, económica e internacional, hay una situación de desastre potencial en cualquiera de los dos escenarios sino se maneja con una visión clara de país”.

Para este 12 de mayo también está programada una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar el tema de Nicaragua. Matamoros indica que al menos 15 países miembros de esa instancia mantienen una posición crítica al régimen de Ortega. “El gobierno puede amurallarse y no aceptar sus obligaciones, pero también se está condenando a un aislamiento internacional”, expuso Matamoros.