La oposición nicaragüense, destinada a repetir los mismos errores
La Coalición Nacional y la Alianza Ciudadana dejaron a última hora, sin éxito, los intentos por establecer la unidad, pese al llamado generalizado de la sociedad. Ayer las fuerzas de oposición repitieron los errores de las últimas elecciones generales, dejando el camino libre a que Ortega gobierne cinco años más.
- May 12, 2021
- 11:28 PM
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Desde hace tres meses el país sabía que las fuerzas de oposición no alcanzarían la ansiada unidad, sin embargo había la esperanza de que pusieran el interés de la nación por encima de sus ambiciones personales. El escenario de ayer, en el que no se pudo concretar una alianza entre el Partido Restauración Democrática (PRD-Coalición Nacional) y Ciudadanos por la Libertad (CxL-Alianza Ciudadana) fue el fin de dos años en los que la oposición certificó por sí misma su división. “Las agrupaciones quisieron hacer en tres días lo que no pudieron en dos años”, dice un integrante del CxL, el partido que finalmente inscribió su alianza con el Partido Movimiento de Unidad Costeña (Pamuc), ante el Consejo Supremo Electoral (CSE).
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Tras la intensa jornada de ayer, plazo fatal impuesto por el CSE para inscribir alianza entre partidos políticos, los analistas destacan dos cosas: primero, que la oposición se empeñó en repetir los mismos errores de las generales pasadas; y que la decisión de no unirse tendrá un enorme costo político para ambas organizaciones. “Si las condiciones electorales son más difíciles, debíamos unirnos. El primero en inscribirse fue la Alianza Ciudadana”, señaló Carlos Tünnermann, miembro de la Comisión de Buena Voluntad, que en las próximas horas emitirá una “apreciación” sobre quién bloqueó realmente el intento de unidad.
Tünnermann, exministro de Educación en la década de 1980 cree que si van dos fuerzas políticas, la oposición repetirá el escenario de 2006. En ese sentido, un ex diplomático, cercano a la Alianza Cívica, opinó que CxL dejó demostrado que su intención es dividir el voto para decepcionar a los nicaragüenses y que, por tanto, no participen en las elecciones. “El objetivo de ellos es ganar curules en la Asamblea Nacional. Si hay responsabilidades, las tendrá que asumir la Alianza Ciudadana, y si quiere demostrar que no es así, al menos debe procurar que haya un candidato único”, señaló.
En 2006, la oposición bajo el paraguas del liberalismo participó en las elecciones en las casillas del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), obteniendo el 29% y 26.1% de los votos, respectivamente. De haber ido juntos, habrían superado más 50%, dejando a un lado a Daniel Ortega que se alzó con la victoria con 38.7%. “Hoy hemos inscrito la Alianza Ciudadanos por la Libertad. En los próximos meses debemos avanzar decididos hacia un objetivo compartido, superando juntos todos los obstáculos que nos alejan de la Nicaragua que queremos”, dijo Monterrey tras la inscripción de la alianza.
Previo a la inscripción, la Alianza Ciudadana brindó una conferencia de prensa y dijo que el CSE les dio hasta las 2:00 p.m. de ayer para inscribir la alianza, y por tanto podrían esperar hasta las 1:30 a la representación de la Coalición Nacional y el PRD. Tras acusaciones y desconfianzas mutuas, CxL acusó al PRD de pretender despojarle de su personería jurídica, pero la Coalición Nacional defendió que la propuesta era que la representación legal de la alianza de ambas agrupaciones quedara en manos de una tercera persona, que gozara de la confianza.
El otro punto que impidió la unidad fue el mecanismo de selección de un candidato único. CxL hizo una contrapropuesta al PRD, pero desde la Coalición Nacional decían que había cedido lo necesario. Hasta pasada la tarde, la Coalición Nacional continuaba en reuniones, dijo Tamara Dávila, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
Según el presidente del PRD, Saturnino Cerrato, por parte de CxL no hubo voluntad de firmar la unidad, y calificó como una táctica el hecho de que el partido de Kitty Monterrey anunciara que el CSE les dio hasta las 2:00 p.m. para inscribir la alianza. “El Consejo no establece hora”, dijo Cerrato, mientras que CxL nunca hizo intento de demostrar con pruebas la notificación enviada por el Poder Electoral.
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Arturo Cruz, precandidato de la Alianza, aseguró que CxL tiene los suficientes votos para ganarle a Ortega, sin embargo las encuestas de CID - Gallup muestran que un 62% de los nicaragüenses no simpatizan con ningún partido. “En esta batalla electoral que se aproxima, nos jugamos el destino de la patria para las próximas generaciones. Y aunque hoy muchos vaticinan la dispersión del voto, la realidad es que el verdadero enemigo, es la abstención”, expresó.
La encuesta realizada en febrero de este año arrojó que el Frente Sandinista de Daniel Ortega mantiene un apoyo del 25%, y las facciones de la oposición marcaban apenas un solo dígito: la Unidad Nacional Azul y Blanco un 4%; el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), 3% y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), 2%.
Aunque ayer fue el día clave para la unidad de la oposición, para Monterrey es apenas el inicio de un proceso en el que pretende buscar el respaldo de otras organizaciones de la Coalición Nacional: “Hoy no es el fin de la unidad, empieza una etapa nueva para incorporar a las organizaciones”, señaló. Eso está por verse, porque tras el episodio de ayer existe una marcada distancia a ese partido por parte de agrupaciones como la UNAB y el Movimiento Campesino. La oposición ahora deberá lidiar con la imagen de desgaste y desconfianza que la rodea.