A Ivonne, la joven encontrada muerta en un basurero de Managua, la mató su padre
El caso de esta adolescente de 17 años, quien era víctima de abuso sexual por parte de su padre, reafirma que el lugar más peligroso para las niñas sigue siendo el hogar.
- May 18, 2021
- 01:15 AM
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Ivonne Marcela Carvajal Moreno, la adolescente de 17 años cuyo cuerpo fue encontrado en un basurero de Sabana Grande, en Managua, fue asesinada y violada en su propia casa. La Policía presentó como responsable del crimen a Bismarck Alí Carvajal, el padre la menor. El caso reafirma que el hogar sigue siendo el lugar más peligroso para las niñas en Nicaragua.
El cuerpo de Ivonne fue encontrado envuelto en un edredón en un predio baldío rodeado de basura el pasado 11 de mayo.
El comisionado mayor Victoriano Ruiz, segundo jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, explicó este lunes, según el informe pericial genético forense relacionado con análisis de ADN, tanto en exudado vaginal, recortes de uñas de ambas manos, hisopos aplicados en hebilla y orificios de la faja de la víctima:
“Existe mezcla de perfiles genéticos de dos personas, perfil genético de la víctima Ivonne Marcela Carvajal Moreno y el perfil genético del sujeto Bismarck Alí Carvajal Zamora, padre biológico de la víctima”, concluye el informe policial.
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Según las investigaciones, el mediodía del lunes 10 de mayo, el hombre llegó a su casa donde estaba su hija Ivonne. “La víctima le reclamaba por abusos sexuales que éste les realizaba a ella y su hermana, forcejeó con la víctima, colocándole una faja de cuero en el cuello y procedió a asfixiarla”.
Bismarck Alí Carvajal Zamora, será procesado por los delitos de parricidio y violación agravada en perjuicio de su hija Ivonne Marcela Carvajal Moreno.
ABUSOS A PUERTAS CERRADAS
El 86% de los delitos sexuales en Nicaragua ocurren contra niñas y adolescentes mujeres, según datos del Instituto de Medicina Legal (IML, 2018), siendo el rango de edad más frecuente entre los 10 y los 13 años. Seis de cada 10 violaciones son cometidas por personas de la familia o cercanas a ella.
En 2020, el Instituto estatal dejó de publicar los informes trimestrales sobre atenciones por violencia sexual en niñas de 10 a 14 años y adolescentes de 14 a 19 años, lo cual es considerado “grave” por defensores de la niñez.
“Hay una negación de la pandemia de la violencia hacia la niñez, principalmente contra las niñas”, critica Jorge Mendoza, miembro del Consejo de Coordinación de la Federación Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabaja con la Niñez y la Adolescencia (Codeni).
Por su parte, Lorna Norori, del Movimiento Contra el Abuso Sexual, se refiere a este como un problema social y de violación de derechos humanos, que genera graves daños en quien lo vive, es un delito.
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“Con la crisis social, política y económica que vive el país se ha visto incrementado; aún más con la crisis generada por la pandemia de COVID-19, pues muchos abusadores están quedándose en casa o quedaron en el desempleo, mientras las mamás tienen que salir a trabajar dejando a sus hijas e hijos en casa -no los envían al colegio para protegerlos del COVID-19- y los abusadores tienen mejores oportunidades para continuar el abuso sexual”, advierte.
Ante esta realidad, dice la defensora, las instituciones del Estado no están dando respuesta, pues el abuso sexual es un problema multifactorial, que requiere respuestas interdisciplinarias e interinstitucionales, con la participación de todos los sectores sociales, para tener que esta respuesta sea efectiva.
“Es hora entonces de asumir todas y todos, con responsabilidad social y humana esta problemática, desde la prevención del abuso sexual hasta para saber qué hacer ante su ocurrencia. Lo primero es que, no perdamos nuestra capacidad de asustarnos ante la perversidad del abuso sexual, mantener nuestra sensibilidad humana es fundamental. Lo contrario será comenzar a asumir que el abuso sexual es algo normal o que son las niñas, niños y adolescentes quienes provocan a los abusadores o que una muerte más no importa. Eso sería abominable”, concluye.