El discurso iracundo de Daniel Ortega esconde su debilidad y profundo miedo al voto masivo
La violencia verbal empleada por Daniel Ortega en su más reciente discurso delata su temor y debilidad ante la presión por elecciones creíbles que provocan sus maniobras desde el CSE.
- May 20, 2021
- 12:01 AM
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Daniel Ortega está débil y tiene un inmenso temor al voto masivo. Es la conclusión a la que llegan analistas nicaragüenses al analizar el verbo agresivo que exhibió el dictador en su comparecencia pública el pasado 18 de mayo, desde el centro de la vieja Managua, al acusar al embajador de Estados Unidos Kevin Sullivan de supuestamente tratar de interferir en los comicios del 7 de noviembre, en los que Ortega busca su tercera reelección.
“Aquí el embajador yanqui anda de arriba abajo vendiendo sus candidatos como que él fuera nicaragüense. Él no es nicaragüense. Si quiere vender candidatos que los vaya vender a los Estados Unidos, candidatos norteamericanos”, dijo en un tono exaltado Ortega, y amplió la acusación a otros representantes diplomáticos acreditados en Nicaragua a los cuales no identificó.
El exdiplomático Julio Icaza encuentra en el viejo discurso del injerencismo empleado por Ortega un intento por mostrar un control que no tiene y, también una forma de justificar el control absoluto que ejerce sobre el proceso electoral donde dicta las reglas, nombra a los árbitros y hasta pretende escoger a sus rivales.
“Es consciente de que unas elecciones como las que ha diseñado a su medida no serán aceptadas por nadie en la comunidad internacional”, y por eso llegó al punto de lanzar advertencias contra el diplomático estadounidense.
"Aquí que no se meta el embajador yanqui, postulando candidatos y presionando a partidos políticos para que acepten los candidatos que quiere el yanqui", sentenció en el acto en Managua para conmemorar el aniversario número 126 del nacimiento de Augusto C. Sandino (1895-1934), la principal figura de la revolución sandinista que derrocó al dictador Anastasio Somoza Debayle en 1979.
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CALLÓ SOBRE DECAPITACION DE OPOSITORES
Daniel Ortega quien desde 2007 cuando retornó al poder mantiene una política de bloqueo a la prensa independiente, no se refirió a la decisión de sus magistrados del Consejo Supremo Electorales (CSE) de cancelar la personería jurídica del Partido de Restauración Democrática (PRD) el vehículo que utilizaría la opositora Coalición Nacional para participar en el proceso electoral, medida que horas más tarde también fue aplicada al Partido Conservador (PC).
Icaza opina que Ortega buscar legitimarse con un “remedo de elecciones”, porque sabe que si acepta que en el país se lleven a cabo unos comicios libres, transparentes, observados y creíbles “pierde las elecciones".
“La violencia verbal es expresión de desesperación, de ese círculo contradictorio en que se encuentra, una forma de encubrir su profundo miedo y debilidad”, reafirma el diplomático.
DISCURSO REFLEJA AISLAMIENTO
El analista político Bosco Matamoros coincide el régimen está reaccionando a la presión del aislamiento, el rechazo internacional a su política represiva y plan totalitario, y que más bien los que busca es entablar una negociación con Estados Unidos.
“Esto (el discurso) refleja un molestar mucho más amplio, las sanciones de los norteamericanos han afectado la estabilidad de su gobierno, el aislamiento al que es sometido por violaciones a los derechos humanos y las normas internacionales, está afectando a su gobierno”, opina.
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Para el analista el orteguismo navega un barco rodeado por icebergs donde cualquier colisión le impedirá llegar a un puerto seguro, y ese puerto son las elecciones, que se deben desarrollar en condiciones libres, justas, transparentes y creíbles.
Julio Icaza también opina que Ortega no busca romper relaciones con los países a los que ataca, sino desviar la atención de los problemas internos que vive Nicaragua. “No busca expulsarlos, porque eso lo aislaría más internacionalmente. Lo que podrían tener esos insultos es un efecto rebote, llamar la atención en esos países hacia lo que está sucediendo en Nicaragua”, a causa de las “medidas dictatoriales y del cierre de todos los espacios de participación”. Y el efecto de esto podrían ser más sanciones, advierte.
Menciona que el incumplimiento de la resolución de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que pide cambios profundos en el sistema electoral de Nicaragua es un mal precedente y el mismo secretario general de la OEA, Luis Almagro, el pasado 12 de mayo durante la sesión del Consejo Permanente del organismo que abordó el tema de Nicaragua, alertó que el país se encamina a tener la peor elección posible debido a la falta de voluntad del régimen de acatar las recomendaciones en materia electoral.
ORTEGA QUIERE HACER CREER QUE ESTÁ EN CONTROL
Por su parte, el exembajador Mauricio Díaz opina que Ortega pretende amenazar y asustar a los ciudadanos nicaragüenses, cuando en realidad lo que delata es su propio miedo.
“Las medidas coercitivas, las leyes represivas tienen una relación directamente proporcional al temor que le tiene a la voluntad popular, le tienen miedo a que el pueblo vote libremente porque saben que están derrotados”, manifestó.
Díaz retó al dictador a que sí tiene pruebas que sustenten su acusación aplique la Convención de Viena que lo faculta para retirar del país a quien practique injerencismo. “¿Qué espera don Daniel para declarar no grato al embajador de los Estados Unidos?”, dijo Díaz en tono irónico. El partido donde milita que es Ciudadanos por la Libertad (CxL) no han recibido presiones del gobierno de Estados Unidos a través de su embajador alegó.
El exembajador criticó más bien que Ortega hable del injerencismo cuando “aquí nos están diciendo lo que hacemos desde hace años, cuando el petróleo venezolano sirvió para corromper la institucionalidad democrática para crear un régimen corrupto”.