Comisionado que apresó al campesino Pedro Mena: “Cuando me ordenen yo se lo vengo a dejar”

En un video de 1:54 minutos quedó registrada la detención del líder campesino Pedro Mena, en la noche del lunes 5 de junio. No dijo una palabra ni puso resistencia. Se le ve quistarse el cinto de trabajo que todavía llevaba atado a la cintura, mientras su esposa encara al “comisionado” y su hija suplicaba en llantos que no lo detuvieran.

“Cuando me ordenen yo se lo vengo a dejar”, se escucha decir al mando policial, poniendo en evidencia que la acción obedecía a una orientación y no necesariamente a la persecución de un delito.

El video fue divulgado este martes por el Movimiento Campesino y registra el dramático momento de la detención del campesino en su vivienda en la comunidad de La Fonseca, Nueva Guinea.

No valieron los cuestionamientos de su esposa ni el llanto de su hija. El policía no presentó orden judicial para ejecutar la detención, ni ofreció explicaciones sobre los cargos que le imputan.

-¿Y lo va a traer a cómo se lo lleva comisionado?, cuestionó la esposa de Mena.

-Pues claro, yo no lo voy a matar. Nadie le va a hacer nada. Confíen

-¿Y cómo vamos a confiar en ustedes, de tanto (daño) que nos hacen…, si nosotros somos gente sana?, increpó la hija Mena.

Finalmente, el líder campesino fue conducido hacia la patrulla policial en medio del llanto impotente de su hija.

“No llorés hija, Dios está con nosotros, nunca nos va abandonar y un día se va terminar todo lo que están haciendo ustedes”, la consoló su madre.

“Amor, te queremos, ¿oíste? Nosotros siempre vamos a estar para vos”, “Dios te cuida siempre papá”, fueron las últimas palabras que alcanzaron a decir antes de que se lo llevaran.

TRES CAMPESINOS Y DOS ESTUDIANTES APRESADOS

El lunes, en otra "noche de terror" contra figuras de las oposición nicaragüenses fueron apresados, además de Mena, otros dos integrantes del Movimiento Campesino: Medardo Mairena, quien aspiraba a competir por la Presidencia de Nicaragua, y Freddy Navas.

Mairena, Mena y Navas son parte de los 56 prisioneros políticos que el régimen de Daniel Ortega liberó bajo su Ley de Amnistía. En el caso de los campesinos quedaron eximidos de la condena a 210 años de prisión, por los supuestos delitos de terrorismo y asesinato de cuatro policías; los mismos cargos que invoca ahora para justificar su detención.

A los dirigentes del Movimiento Campesino la dictadura los señala de ser “cabecillas” del asesinato de cuatro policías y ciudadanos civiles en el municipio de Morrito, departamento de Río San Juan y de los “traques de la muerte” en los departamentos de Chontales, Boaco, Río San Juan y Zelaya Central.  

El artículo 1 de la Ley establece que “La amnistía se extiende a las personas que no han sido investigadas, que se encuentran en procesos de investigación, en procesos penales para determinar responsabilidad y en cumplimiento de ejecución de sentencias”.