Observación electoral internacional en "veremos", dice el magistrado orteguista Cairo Amador

El Consejo Supremo Electoral todavía no decide si permitirá la observación electoral internacional en los comicios del 7 de noviembre. "Todavía estamos en eso", respondió este sábado el magistrado orteguista de ese poder del Estado, Cairo Amador.

Amador fue abordado por periodistas en el primer día del proceso de verificación ciudadana que se desarrolla en Nicaragua como parte del proceso que avanza bajo los fuertes cuestionamientos de falta de transparencia, igualdad y un control político absoluto por parte del régimen de Daniel Ortega.

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"No se ha decidido, en cualquier de los casos, los grandes observadores vamos a ser nosotros mismos" declaró el funcionario desde las afueras del colegio público República de Cuba, en Managua, reafirmando el discurso oficialista que ha cerrado las puertas a los organismos internacionales de observación electoral, como como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE) o el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

FISCALES SERÁN LOS OBSERVADORES

A inicios de junio, la magistrada Brenda Rocha, presidenta del CSE, desechó la idea de invitar a misiones de observación electoral internacional en las elecciones presidenciales: “Estos procesos son únicamente y nos corresponde a los y las nicaragüenses; nuestra soberanía, nuestros procesos son nuestros y ahí es donde se determina que, estos procesos, la observación debe estar dentro de nuestro país”, dijo.

Argumentó que la observación electoral será ejecutada por los fiscales de partidos políticos, en su mayoría aliados del oficialista Frente Sandinista, algo que también repitió Amador esta mañana. Dijo que "en la medida que los partidos políticos aporten sus fiscales va haber mucho más eficiencia en el proceso electoral". No obstante, insistió en que no se ha descartado la observación, ya que "no ha llegado el momento" de abordar ese asunto.

No obstante, la reforma la reforma a la Ley Electoral, aprobada el pasado 4 de mayo por el régimen de Daniel Ortega en la Asamblea Nacional, no contempla el despliegue de misiones internacionales en los comicios como lo demanda la oposición, sociedad civil y la comunidad internacional.

LA VERIFICACIÓN

En el primer día de verificación ciudadana que arrancó a las 8 de la mañana, Cairo Amador fue acompañado por las magistrados Mayra Salinas y Alma Nubia Baltodano para supervisar el inicio del proceso, establecido para este sábado 24 y domingo 25 de julio.

“Hay una fila muy importante, eso significa que el pueblo está haciendo uso de su derecho ciudadano para participar en las elecciones del 7 de noviembre, hemos visto que se está cumpliendo la instrucción de darles preferencia a las madres que vienen con niños, de darle preferencia a las embarazadas, a los discapacitados, está muy bien organizado porque ustedes pueden ver que hay dos aulas, en una tienen verificación y en otra cambio de domicilio, todo eso facilita el proceso”, valoró la magistrada Salinas.

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Esta actividad que también es promovida por organismos opositores y de sociedad civil por considerarlo crucial para el ejercicio del voto, se da en medio de un clima de tensión política que acentúa la desconfianza de un electorado que acumula años de desencanto político, lo cual se ha expresado en los altos índices de abstencionismo en las últimas elecciones.

Pero este llamado a ejercer el voto cobra particular importancia porque para la oposición es la oportunidad de resolver la crisis social, política y económica que sufre Nicaragua desde 2018 y frenar la pretensión de Daniel Ortega que asegurarse otro periodo en la Presidencia, cuando pesan sobre él acusaciones de crimen de lesa humanidad, ruptura del orden democrático y un sistemático deterioro de los derechos y libertades.

Muestra de esto es que los seis principales aspirantes a la Presidencia por la oposición están bajo arresto desde hace más de un mes, cinco de ellos acusados de traición a la patria al amparo de una norma de reciente creación y que ha sido calificada como un instrumento para reprimir.