Un excontra y una Miss Nicaragua, la fórmula con la que CxL busca sacar a Ortega del poder

Al grito de “Viva la Contra”, el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) ha ratificado la fórmula presidencial Óscar Sobalvarro, exmiembro de la Resistencia Nicaragüense, y Berenice Quezada, Miss Nicaragua 2017, con la que busca poner fin a 14 años de Daniel Ortega en el poder. La nominación de Sobalvarro, adelantada desde el pasado fin de semana, no sorprendió tanto como la de Quezada, una joven modelo e influencer ajena a la vida política del país, escogida para darle aires renovados a un partido que carece credibilidad y confianza entre el electorado. 

“Se escogió a ella porque tiene algún perfil. Por lo menos es (...) o sea, ella es conocida. Fue Miss Nicaragua hace cuatro o cinco años, creo. Es una persona conocida, pues”, defendió el tercer vicepresidente de CxL, José Adán Bermúdez, minutos antes de que se oficializara la fórmula, a través de una Convención Nacional desde el hotel Metrocentro en Managua. Ahí 205 convencionales fueron convocados por el partido de Kitty Monterrey para concluir un proceso del que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia estuvo excluida y sin ningún protagonismo. 

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El acto de hoy estuvo lleno de antagonismo y discursos vacíos. CxL ha diseñado una estrategia que por un lado, con Solbalvarro, quiere atraer al voto duro de los excontra del Norte de Nicaragua, o el ala ultraderecha que adversa a Ortega; y por otro, con Quezada, atraer el voto joven, y de hecho la misma aspirante vicepresidencial lo admitió al término del acto: “Primera vez que me meto en política, la asumo por mi país, para atraer el voto joven”, dijo.

Al ser proclamada, la fórmula presidencial hizo escasas referencias a los presos políticos, las víctimas de la Rebelión de Abril, y los exiliados. Ni Sobalvarro ni Quezada pronunciaron palabras duras contra Ortega y se limitaron a decir que son los candidatos del cambio en Nicaragua, con “justicia, democracia y libertad”. En algún momento, en una pantalla gigante proyectaron las imágenes de Juan Sebastián Chamorro, Pedro Joaquín Chamorro y Arturo Cruz, los precandidatos secuestrados por la dictadura. 

“Sí se puede, porque de nosotros depende el cambio, de nosotros depende que Nicaragua cambie, invito a que salgan a votar, es nuestro derecho. Soy parte de la juventud, que hasta hace poco pensábamos que no tenía interés por el cambio, doy la cara por todos las personas que murieron y los que están presos”, señaló Quezada. 

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Por su parte, Sobalvarro dijo que espera recuperar la libertad de Nicaragua el próximo 7 de noviembre, al tiempo que se mostró agradecido por la “responsabilidad que nunca pensé tener”. Su reto, agregó, es liderar la transición pacífica de la dictadura a la democracia. “Asumir un relevo no es fácil, pero es necesario para ganar esta lucha cívica (...) Esta candidatura pertenece al pueblo nicaragüense,  no quiero volver a ver sangre en las calles de Nicaragua como en 2018, ni en la montañas como en los 80”, señaló.

Con esta proclamación, Ciudadanos por la Libertad ha decidido seguir en un proceso que desde ya vislumbra derrota porque Ortega ha seleccionado a sus propios candidatos, impuesto sus propias reglas e intensificado la represión. En defensa de esta decisión, Kitty Monterrey, señaló que “presentamos candidatura porque no queremos que Ortega diga que la oposición no quiso participar”.

Y en una palabras optimistas expresó que si la mayoría de los nicaragüenses salen a votar el próximo 7 de noviembre, Ortega perderá porque “ganar sí es posible”. “Estos candidatos no se van a convertir en zancudos, somos la oposición”, añadió, sin embargo la líder de CxL omitió en su discurso que Ortega tiene total control del Consejo Supremo Electoral (CSE), los Comité Electorales Departamentales y Municipales, además no habrá ninguna observación independiente ni nacional ni internacional. 

“No son los (candidatos) que quedan, son lo que se atreven, sé que algunas personas y en el exilio defienden que no debemos presentarnos a las elecciones, pero la experiencia nos dice que solo los nicaragüenses podemos resolver nuestros problemas”, defendió. 

Desde hace un año, CxL anunció que renunciaba a presentar candidatos para las generales de este año, aunque finalmente impuso una fórmula. También se comprometió a impulsar un mecanismo democrático de selección de candidatos que tampoco pudo cumplir, según el partido, por las circunstancias de represión. Ahora, miembros de la Alianza Cívica, como la jurista María Asunción Moreno acusan de “dedazo” a esa agrupación política. 

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“Decidimos que los candidatos a diputados se decidieran localmente, por supuesto que nos hubiera gustado tener como candidatos a quienes están encarcelados. Quienes nos acusan de dedazo, lo hacen porque no se tienen satisfechas sus aspiraciones”, sostuvo Monterrey.

Al referirse a la fórmula, la presidenta de CxL comentó que son personas preparadas para afrontar el reto de ir a elecciones. De Quezada dijo que es una mujer profesional que ha dejado sus metas profesionales a un lado para asumir una decisión trascendental, y de Sobalvarro, que conducirá la lucha cívica para derrotar a Daniel Ortega.

“Estoy convencido que ambos lucharán porque Nicaragua haya democracia”, destacó. Eso está por verse.