¿Qué esperar de la sesión de la OEA? Analistas prevén que será una "prueba" de lo que se verá en la Asamblea General

 La crisis que vive Nicaragua desde abril del 2018 vuelve este miércoles al escenario del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la discusión de un proyecto de resolución donde se pide la liberación “inmediata” de los presos políticos, además de expresar su “grave preocupación” ya que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo han desoído los llamados del organismo para que se realicen elecciones libres y justas.

El proyecto de resolución que fue presentado por Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Paraguay y Uruguay, y que se prevé sea discutido hoy por los representantes de los 34 países miembros del Consejo, advierte que la OEA puede “adoptar, si es necesario, otras acciones en conformidad con la Carta de la Organización de Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana, incluida una valoración de las elecciones del 7 de noviembre durante la 51 Asamblea General”.

El régimen de Daniel Ortega rechazó y anunció que no participará en la sesión, la que la considera “ilegítima desde su nacimiento”. “Nuestro país expresa categóricamente que no aceptamos discutir ni juzgar los actos de soberanía del pueblo nicaragüense”, señala una nota de protesta que envió el régimen el pasado lunes.

Tiziano Breda, analista para para Centroamérica de International Crisis Group, expone que la sesión de hoy del Consejo Permanente será una especie de "prueba general" de lo que puede pasar en la reunión anual de la Asamblea General de la OEA.

"Dependiendo de que si logran pasar la resolución, qué lenguaje se utilice en esta resolución, nos dará una indicación de lo que pueda ocurrir después del 7 de noviembre, en la Asamblea General que se tendrá después", explica el analista.

La especialista en Ciencias Sociales Haydée Castillo lamentó la inasistencia del régimen a la sesión de este miércoles, pero expuso que ya se esperaba una decisión de ese tipo, debido a que Ortega ha rechazado todos los informes que se han presentado por la crisis “que ellos han provocado en Nicaragua”.

Castillo, representante de la diáspora nicaraguense en Washington, considera que la OEA enfrenta el desafío de probarle al pueblo de Nicaragua y a los países miembros del organismo “qué tan efectivo es el multilateralismo, qué tan efectiva es la Carta Democrática de la OEA para contener una dictadura con esos niveles de criminalidad”.

Considera que el diálogo al que han apuntado la oposición y la comunidad internacional para resolver la crisis que vive el país, ha fracasado ya que el actual proceso electoral se desarrolla sin garantías.

Castillo expone que la OEA tendrá que poner en marcha toda su “creatividad” para que la Asamblea General del organismo que sesionará en noviembre próximo pueda contar con una resolución “que le sirva como un camino para poder tomar decisiones que frenen realmente el camino que esta dictadura lleva”.

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Se espera que la OEA desde ahora mande el mensaje al régimen que las votaciones de noviembre no pueden gozar de legitimidad por las condiciones en que se desarrollan. “Y le manden un mensaje nuevamente al régimen de que está llegando al límite y que está poniendo a la comunidad internacional contra la pared”.

EN JUNIO ORTEGA SALIÓ DERROTADO DEL CONSEJO

A mediados de junio fue la última vez que el Consejo Permanente abordó la situación de Nicaragua. En esa ocasión Ortega se enfrentó a una derrota ya que 26 de los 34 países respaldaron una resolución que demandaba unas elecciones libres, justas, transparentes y observadas, la liberación de los presos políticos y condenaba la violación de los derechos humanos.

En esa ocasión solo Bolivia y San Vicente y las Granadinas acompañaron a Ortega, mientras que México, Argentina, Honduras, Belice y Dominica se abstuvieron de votar.

Un analista político que pidió omitir su nombre por temor a represalias del régimen de Ortega, expuso que "hay una presión grande para que haya un desconocimiento” a las elecciones de noviembre próximo, ya que no hay condiciones para unos comicios libres, justos y transparentes. A eso se suma que el régimen no tomó en cuenta las recomendaciones de la OEA en materia electoral.

La ausencia de la delegación de Nicaragua, dice, es el reflejo de una “derrota anticipada” ya que no van a poder ni lanzar las “mentiras” para defenderse.

“Vamos a tener algo muy parecido a la última resolución (junio pasado) que fue un llamado fuerte de atención, nada que ahora estamos a tres semanas de las elecciones y no hay ningún país serio ni responsable inclusive ni Argentina ni México que estén favoreciendo ese ejercicio electoral”, señaló el experto.

México y Argentina, en junio pasado, unos días después de la sesión del Consejo Permanente de la OEA, llamaron a consulta a sus embajadores por las “preocupantes acciones políticas-legales” de Ortega.

“Lo que se ve claro es el aislamiento en que se encuentra el régimen de los Ortega-Murillo ante la comunidad internacional y ahora hay una fuerte presión con el SICA (Sistema de Integración Centroamericana) y el BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica) ya que hemos visto una facilidad para dar préstamos y créditos con el argumento de que son de carácter humanitario y han hecho poca rendición de cuentas”, señaló el analista.