Año nuevo, casa nueva para anciana y niño con parálisis cerebral

La pequeña champa con paredes de zinc oxidado es ahora solo un recuerdo para doña Victoria Mercado, una anciana de 75 años que vive con un niño con discapacidad. Gracias a la generosidad de muchos nicaragüenses ahora puede “fresquear” en el corredor de su nueva casa, construida con piedras, perlines y zinc nuevo. 

Las condiciones en las que la anciana vivía en San Marcos, Carazo, junto al pequeño Elías Moisés, el niño con parálisis cerebral que ha criado como su hijo desde que tenía 15 días de nacido, las dio a conocer la periodista Elba Ileana Molina, quien lideró una campaña para poder construirles una vivienda digna. 

Aunque la misión que la periodista se propuso era un tanto ilusoria, porque no es fácil construir en estos tiempos, la nobleza de muchos nicaragüenses dentro y fuera del país, hizo posible que el sueño se materializara. 

“Cuando conocí a doña Victoria ella me dijo quiero mi casita y le respondí pídasela a Dios y que yo sea un instrumento para hacerlo posible. En la noche pensé quiénes me podían colaborar, hice varias llamadas y empezamos con un viaje de piedras, luego vino el segundo. Varios amigos se sumaron a la causa, hay gente que conocí vía telefónica y depositaron una gran confianza en mí y otros pagaban en las ferreterías y yo iba a retirar el material”, dijo Molina a DESPACHO 505. 

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A los tres días le dijo que le iban a hacer su casita y ella estaba feliz. La construcción se llevó a cabo en tiempo récord, pues prácticamente la casa la levantaron en 11 días, sin embargo, hacían falta detalles como las puertas y las ventanas, por lo que doña Victoria no pudo mudarse para Nochebuena, como estaba previsto. 

AGRADECIDA 

Sin embargo, era tanta la ilusión de la anciana, que no esperó ni el repello ni que pintaran la casa, y trasladó sus enseres para recibir el 2022 en su nueva casa. 

La periodista está muy agradecida con las personas que confiaron en ella y enviaron dinero para la compra del material. Hubo quienes llevaban desde un quintal de cemento hasta una lámina de zinc para colaborar. 

Actualmente están ultimando los detalles para que la casa quede completa y esta anciana y Moisés Elías disfruten al máximo vivir bajo un techo en el que la lluvia no les hará ningún estrago. 

En la obra trabajaron cuatro hombres de manera voluntaria. “Alguien me dijo que pagaría un albañil, pero también una muchacha me indicó que no tenía dinero pero que podía poner a disposición el trabajo de tres jóvenes”, dijo la periodista.  

Una vez que tenía la mano de obra, al inicio ella se encargó de alimentarlos, pero luego vino más solidaridad y diversas familias se hicieron responsables de la comida de los trabajadores. 

Asimismo, dijo que han recibido víveres, cuna, cama, televisor, colchones, entre otros donativos que son de mucha utilidad para la anciana y el niño.