María Esperanza Sánchez cumple dos años como rea política de la dictadura

El 26 de enero de 2020 la vida cambió por completo para la opositora María Esperanza Sánchez y toda su familia. Un dispositivo policial armado ejecutó su captura y la llevó a la cárcel por el supuesto delito de tráfico de estupefacientes, aunque, según denuncian sus familiares, el motivo real fue su participación en las protestas sociales iniciadas en abril de 2018.

Han pasado dos años desde que la Policía Orteguista “secuestró” a la ahora presa política, originaria de Matagalpa. Es la mujer con más tiempo en las cárceles del régimen Ortega-Murillo como rea de conciencia.

Su familia continúa demandando su libertad porque “es inocente, su única culpa es haber participado en las protestas sociales demandando democracia para su país y eso no es ningún delito”, dijo a DESPACHO 505 su hija Sherly Sánchez.

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La hija menor de la opositora narró que su madre se mantiene firme, pese a que lleva dos años sufriendo maltratos psicológicos por parte de custodios del Centro Penitenciario La Esperanza, donde está recluida cumpliendo una condena de 10 años de cárcel por un delito que, sostiene, nunca cometió. 

“Su estado de ánimo es positivo. Aunque la maltratan psicológicamente, se mantiene firme, no da muestras de debilidad sin embargo, en ocasiones decae, se siente sola y abrumada. Nos ha dicho que siente que los de fuera la han abandonado a ella y a todos los presos políticos, porque no ve acciones para conseguir su liberación”, narra Sherly.

NO CONFÍAN EN RESULTADOS DE POSIBLE NEGOCIACIÓN

La hija de la presa política asegura que hasta ahora no se han sumado al pronunciamiento de los familiares de los opositores encarcelados en El Chipote que buscan una posible negociación con el régimen para liberar a los 170 reos de conciencia porque “no confiamos en la dictadura”.

“No queremos ser engañados, no confiamos en las promesas del Gobierno. Además sabemos que si se da esa negociación, el régimen no los va a liberar de gratis, no sabemos qué van a pedir a cambio, sin embargo, queremos que todos salgan libres y nosotros vamos a consultarlo con mi mamá, ella tomará la decisión de si nos sumamos a la propuesta de negociación o no”, afirmó.

Doña María Esperanza, como la conocen en su pueblo, tiene 52 años y ha pasado dos cumpleaños encerrada en las celdas de la dictadura. “Lo único que hizo fue defender a su país desde una trinchera, desde las marchas y plantones denunciando las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Ella es inocente del delito por el que la condenaron”, insiste su hija.

SU PARTICIPACIÓN EN LAS PROTESTAS

Sherly recuerda que entre 2018 y 2019 no había marcha que su mamá se perdiera y por ello la Policía la perseguía “como si ella era asesina”.

“Mi madre es amorosa, trabajadora, nos ha sacado adelante a sus hijos aún en medio de las dificultades, es humilde y honesta, no pueden achacarle delitos que nunca ha cometido”, declara Sherly. 

Según la acusación presentada por el Ministerio Público en contra de la opositora matagalpina, Sánchez García habría sido “capturada” junto al ciudadano Víctor Manuel Soza Herrera, en el kilómetro 10.2 de Carretera a Masaya, el 27 de enero del 2020. El reporte policial esgrimido como evidencia por los fiscales de la dictadura asegura que les encontraron a cada uno más de 1,200 gramos de marihuana. 

Sin embargo, familiares de los acusados aseguran que en realidad Soza Herrera fue detenido la mañana del domingo 26 de enero en Matagalpa, y a María Esperanza Sánchez fue apresada por la noche, de ese mismo día, en Managua.

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"Hay una violación al debido proceso, hay una situación de pruebas falsas. No puede ser que ellos (la Policía) los ubiquen un día 27 en el punto 10.2 (Carretera a Masaya), puesto que don Víctor Soza estaba en Matagalpa en el parque Morazán a las 2:45 de la tarde del domingo 26, y María Esperanza estaba en Managua a las 7:40 (de la noche), del 26, y no ese día 27 que ellos dicen, de acuerdo a la acusación”, ha sostenido el abogado Julio Montenegro que representó a la presa política en el juicio.

Luego de que la jueza orteguista Karen Vanessa Chavarría Morales, titular del Juzgado Noveno de Distrito Penal de Audiencias, elevará a juicio la causa contra María Esperanza y Victor Manuel, la judicial Irma Oralia Laguna, del Juzgado Primero de Distrito Penal de Juicios los declaró culpables y los condenó a una pena principal de 10 años de cárcel más 500 días de multa, siguiendo el pedido del fiscal acusador Carlos Rafael Espinosa Castilla. La sentencia fue dictada el 2 de julio de 2020.