Paulo Abrão: "La anulación de la CPDH es una pobre victoria del régimen porque la gente no callará"

El especialista en derechos humanos recordó que "no hay dictadura, por más brutal que sea, capaz de exterminar la idea y la fuerza de la libertad y de la lucha social”.

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  • April 20, 2022
  • 06:19 AM

Para el exsecretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, la cancelación de una oenegé defensora de derechos humanos en el contexto que vive Nicaragua, es grave.

Sube el nivel de preocupación si se considera que era la última organización local independiente que aun sobrevivía tras la anulación antes de dos más: el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh y la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (Anpdh).  Sobre esta última, sus ejecutivos principales estaban en el exilio cuando la ilegalizaron.

74 votos del régimen fueron suficientes para sepultar otras 24 organizaciones sin fines de lucro este miércoles, entre las que destaca el organismo defensor.  “De manera muy grave, (Daniel) Ortega sigue con su agenda de aniquilamiento de las voces disidentes, de los sectores independientes críticos y libres”, dijo a Abrão a DESPACHO 505.

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Tras el estallido social de 2018, el Poder Legislativo controlado por el régimen ha tramitado 19 solicitudes de cancelación de personerías jurídicas que han significado el cierre de al menos 160 oenegés con las que funcionaban instituciones médicas, de educación superior, centros de pensamientos, defensores del medio ambiente y de derechos humanos.

EN LOS PEORES MOMENTOS

Para el especialista en derechos humanos, que vivió muy de cerca la represión al ingresar al país en los tiempos más álgidos de la violencia estatal hace cuatro años, la anulación de la CPDH llega en los peores momentos para los nicaragüenses.

Tan solo hace menos de un mes, el 31 de marzo, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas anunció la creación de un mecanismo que investigará las violaciones a los derechos humanos del régimen de Daniel Ortega y de Rosario Murillo desde 2018. Abrão explicó que la decisión se basaba en el hecho de que los abusos no han cesado y que Ortega y Murillo, no ceden ni a la demanda local, ni a los llamados de la comunidad internacional.

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El exfuncionario de la CIDH, agregó que la experiencia les indica que a los regímenes como el de Ortega, no les gusta estar bajo vigilancia. “Las dictaduras no saben convivir con la fiscalización ciudadana y ven a las organizaciones de derechos humanos como un obstáculo para implementar sus abusos y arbitrariedades”, dijo.   

“QUIERE MOSTRAR PODER PERO…”

La anulación de la CPDH y otros organismos civiles que les son críticos, son medidas a las que recurren los “gobiernos autócratas”  para demostrar la concentración de poder. “(El régimen) quiere confirmar que tienen el control totalitario del país”, acusó el defensor de derechos humanos.   

El especialista señala que la anulación del organismo debe ser visto como una victoria pobre para el régimen.  “Es cierto que la CPDH ahora se sumará a las otras 150 organizaciones canceladas, pero continuará con o sin personería, lo hará dentro o fuera del país, porque no hay dictadura, por más brutal que sea, capaz de exterminar la idea y la fuerza de la libertad y de la lucha social”.

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La dictadura –agregó—no alcanzará su objetivo, quieren callar a la gente, que no haya denuncias, pero es imposible, no lo logrará, la gente no va a callar.

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