¿Ortega buscará en la Celac llenar el vació que deja la OEA luego de la ruptura?

Luego de su escandalosa ruptura con la Organización de Estados Americanos (OEA), una de las pocas puertas que todavía tiene abierta el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), es por eso que el dictador ha llamado en múltiples ocasiones a consolidar su liderazgo en la región.

La Celac es un foro que excluye a Estados Unidos y Canadá, dos de los principales críticos a las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.  Este organismo fue creado en el 2010 y se define como un “mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política”. Esta integrado por 33 países de América Latina y el Caribe. Comenzó a ponerse en marcha en diciembre del 2011.

La presidencia de la Celac actualmente está en manos de la Argentina, un país con el que el régimen de Ortega ha mantenido una relación de amor y odio en los últimos meses por el tema de los presos políticos y la crisis de derechos humanos en Nicaragua.

Un analista político nicaraguense, que omite su nombre por temor a represalias, señala que la Celac surgió con el objetivo de resolver los conflictos y promover el desarrollo económico, pero que después de siete cumbres "no ha pasado de ser un poco más que un espacio de concertación y coordinación de posiciones políticas en otros foros mundiales”.

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Comenta que la Celac fue uno “de los sueños” del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, quien con sus “petrodólares” impulsó el foro el cual pretendía sustituir a la OEA.

“No ha sido el primer intento ni será el último. Los latinoamericanos han sido muy dados a crear organizaciones que después no tienen sostenibilidad, ni política ni económica, porque precisamente nacen como producto de la voluntad de un caudillo y de la chequera del país que estos dominan a sangre y fuego. A todas luces la Celac no solo no ha logrado sus objetivos, sino que ha decaído, reducida a una reunión de alto nivel una vez al año”, comenta el experto nicaragüense.

ALGUNOS PAÍSES CRITICAN A LA OEA, PERO SIGUEN EN EL ORGANISMO

Por su parte el catedrático costarricense Carlos Murillo, señala que, aunque muchos países cuestionan el rol de la OEA, continúan participando ya que aparte de la Cumbre de las Américas, es el único foro de diálogo con los Estados Unidos y Canadá.

“Al final todos los que critican y califican a la OEA de distintas formas, al final siguen allí para de alguna manera poder escuchar directamente a Estados Unidos en lugar de retirarse”, expone Murillo.

El catedrático dice que Ortega ha perdido autoridad para realizar cualquier tipo de planteamiento ante la Celac por la forma en que se retiró de la OEA

“¿Con qué autoridad va a llegar Ortega a Celac a exigir algo, sí se retiró y violó todos los compromisos que Nicaragua tiene con la OEA?”, cuestiona Murillo.

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En la Celac se abordan temas que sean de consenso, por eso el tema de derechos humanos no está en la agenda.

El analista explica que los temas que aborda la Celac está en dependencia del país que ocupa la Presidencia Protémpore y que en este momento la prioridad de Argentina es impulsar una agenda común de cara a la Cumbre de las Américas que se realizará en junio próximo en Los Ángeles, Estados Unidos.

El experto nicaragüense señala que Ortega comete una “solemne equivocación”, si está viendo a la Celac como refugio ya que es un foro cuya existencia es precaria “y que no cuenta con una organización permanente ni con programas sustantivos de cooperación”.