El obispo auxiliar de Managua en el exilio, monseñor Silvio José Báez reiteró que es preciso respetar los «derechos humanos y las libertades de las personas», porque de lo contrario «lo bello de la vida se esfuma».
Monseñor Báez ofició este martes una homilía en honor a la virgen María, que se celebra todos los 8 de diciembre en Nicaragua con la tradicional Purísima, en la que advirtió que la belleza de la vida se ve afectada cuando se impone “la violencia, la injusticia y la opresión”.
“Lamentablemente muchas personas viven privadas de belleza. Porque ahí donde el pecado rompe el diálogo con Dios y nos aleja del amor, la belleza desaparece. Ahí donde la indiferencia, el egoísmo y la envidia se apoderan del corazón, se destruye la belleza de Dios en nosotros”, predicó el jerarca católico.
Monseñor Báez se vio obligado a exiliarse desde el 2019 después que fanáticos orteguistas lanzaran amenazas contra el religioso.
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El jerarca católico señaló que Nicaragua está también privado de belleza, porque “donde no se respetan los derechos humanos y la libertad de las personas, lo bello de la vida y de la historia se esfuma, dejándonos encerrados en un mundo de fealdad, de tristeza y de muerte”.
Báez, un duro crítico contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murilo, indicó que en Nicaragua es necesario embellecer la vida y la historia “con la hermosura del bien y de la compasión, de la verdad y de la justicia”.
VOLVER LOS OJOS A MARÍA
En ese sentido, llamó a los católicos a volver los ojos a la Virgen María, “cuya existencia hermosa, luminosa, inspiradora, nos sigue atrayendo a los discípulos de su hijo, que contemplamos en ella la mejor realización del evangelio y el ideal de la vocación de la Iglesia”.
En su enseñanza bíblica, monseñor Báez recordó que la belleza es como “el destello de la armonía”. y por ello, “la belleza está unida a la verdad y a la bondad”.
Destacó que “la irradiación de esa armonía entre verdad y bondad es la belleza”.
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Recalcó que Dios es “la suprema bondad, la suprema verdad y la suprema belleza” y pidió por la reconstrucción de de Nicaragua en justicia y paz.
“Pidámosle hoy a la Virgen, icono sublime del amor de Dios que ha vencido al pecado, que consuele con su amor maternal a quienes sufren y nos ayude a reconstruir nuestra patria en justicia y libertad. Elevemos hasta ella confiadamente nuestra plegaria: ‘Escuchad, ¡Oh tierna Madre!, de tus hijos el clamor. Te pedimos, nos protejas con tu manto salvador”. Amén’”, finalizó el obispo.
