Nicaragua en tres años no había superado la barrera de las mil muertes por neumonía y en apenas 111 días reportados por Daniel Ortega el acumulado rebasa las 2,000.
Daniel Ortega salió a mentir este 19 de julio. Apareció en caravana al volante de su lujoso Mercedes Benz para unirse a un acto restringido para las masas y al que llegó preparado para lanzar indicadores de salud sobre las muertes por «neumonía» con la intensión de minimizar el impacto de la pandemia del coronavirus en Nicaragua.
Lo que no dijo Ortega es que cada día 21 personas mueren por “neumonía» en Nicaragua. El año pasado la frecuencia diaria de fallecimientos por esa causa fue de 1,4 casos. Los datos corresponden a las cifras ofrecidas este domingo por el líder sandinista y a las estadísticas disponibles en el Ministerio de Salud (Minsa).
Rodeado por una representación de la veintena de sus funcionarios sancionados, entre ellos sus hijos Juan Carlos, Rafael y Laureano, libro en mano, Ortega comenzó a leer cifras de causas de muertes, nacimientos, inversión y atenciones que -según dijo- explican el “éxito” que ha conseguido el sistema de salud nicaragüense con el manejo de la pandemia de Covid-19.
En realidad, los datos a medias ofrecidos por Ortega revelan un incremento exponencial de muertes por neumonía en Nicaragua y dan crédito a las denuncias de subregistro y manipulación de la información relacionada al Covid-19 que han hecho organizaciones médicas, expertos independientes y personal sanitario despedido.
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LOS DATOS CRUZADOS DE ORTEGA
Nicaragua en tres años no había superado la barrera de las mil muertes por neumonía y en apenas 111 días de pandemia que el dictador reportó como un logro, durante el acto VIP por el 41 aniversario de la revolución, el acumulado rebasa las 2,000 defunciones.
Entre el 11 de marzo y 30 de junio de este 2020, de acuerdo con Ortega, un total de 2,344 ciudadanos fallecieron por esta causa, son 453 muertes más que la sumatoria de las defunciones ocurridas en Nicaragua por esa causa en los últimos tres años: 1,891.
La nueva cifra aportado por Ortega coincide con el repunte de la transmisión comunitaria del virus, ya que hasta el 15 mayo él mismo había informado de 309 muertes acumuladas en el país.
La cantidad de muertes por neumonía se asocian más a las muertes sospechosas por Covid-19 que ha presentado el independiente Observatorio Ciudadano. En el mismo periodo reportado por Ortega, este grupo de expertos había verificado 2,087 muertes, de las cuales 133 (6%) se categorizan como muertes por neumonía y 1,954 (94%) como «muertes sospechosas por COVID-19».
Hasta el 15 de julio el Observatorio reporta 2,397 muertes, de las cuales 137 (6%) se categorizan como muertes por neumonía y 2,260 (94%) como muertes sospechosas por COVID-19.
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RESPONSABILIZA A CIUDADANOS POR LAS MUERTES
Sin poner en relevancia el histórico repunte de defunciones por “neumonía”, Daniel Ortega lo relacionó a gripes mal curadas, al H1N1 y a que los nicaragüenses se automedican, están “gordísimos” o padecen enfermedades crónicas y acuden al hospital “cuando ya les está faltando el oxígeno”:
“Una gripe hay que atenderla, porque una gripe de las que son estacionarias como la H1N1 derivan en neumonía si no se atienden y fallecen pacientes”.
“Cuántos fallecidos hemos tenido de neumonía simple, en este caso si no se atiende, y más bien van a la farmacia que les den la receta, luego buscan a algunos amigos, por no llegar al hospital, llegan cuando ya les está faltando el oxígeno, hasta que sienten ahogo (…) esa persona que llegó al hospital, ya tiene afectado los pulmones, ya llegó en un estado grave, ya llegó en un estado crítico, y hay que colocarlo inmediatamente el respirador para que pueda ir recuperando”.
También dijo que en entre los fallecidos hay un alto porcentaje asociado a comorbilidades.
“Tiene que ver con las características de cada uno de los pacientes, pacientes jóvenes de 40 años, de 44 años, 50 años, pero gordísimos, le llaman morbilidad, y padecen de azúcar, de la presión, entonces esos compañeros están más expuestos a fallecer”.
MUERTES POR NEUMONÍA VENÍAN A LA BAJA
El Mapa de Padecimientos de Salud disponible en el portal electrónico del Minsa, incluso evidencia que el país experimentaba una tendencia a la baja en fallecimientos por neumonía. En 2017 la enfermedad cobró la vida de 786 personas, en 2018 la cantidad se redujo a 566 muertes y el año pasado cerró con 539.
Es decir, que Ortega omitió que entre en marzo y junio de este 2020 han ocurrido 1,805 fallecimientos por neumonía más que en todo el año 2019.
Para minimizar el impacto de la pandemia en Nicaragua el líder sandinista reportó 12,100 defunciones en Nicaragua entre el 11 de marzo y el 30 de junio. Las causadas por el Covid-19 entre titubeos las cifró en 91, por debajo que las generadas por violencia (190) y suicidios (96), resaltó.
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Entre los principales problemas de salud del país, según acumulado de muertes, detalló: infartos agudos al miocardio (1,908), diabetes (1,425), enfermedades hipertensivas (890), tumores malignos (853), enfermedades renales crónicas (659), accidentes cerebrovasculares (439 fallecidos), enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (373), insuficiencia hepática 334 y accidentes de tránsito (242).
Daniel Ortega reapareció este 19 julio en un acto por el 41 aniversario de la revolución que fue organizado bajo total secretismo y restringido para sus bases. No obstante, la salida del dictador tras 62 días en estricto aislamiento en su residencia y 39 sin dejarse ver ni a través de la televisión, no sorprendió tanto como la imagen de él, Rosario Murillo y todos sus invitados usando mascarillas, las mismas que al inicio de la pandemia de Covid-19 en Nicaragua fueron prohibidas al personal de salud, “para no alarmar a la población”.
EXTREMAS MEDIDAS EN ACTO EVIDENCIAN GRAVEDAD DE LA PANDEMIA
Para la exministra de Salud, Dora María Téllez, Ortega se presentó al país tratando de sostener mentiras.
“El gran problema es que esas cifras no tienen ninguna credibilidad. Ahí vas a ver claramente la cantidad de muertos por neumonía atípica, por Covid-19, que es lo se está haciendo en todos los países, pero lo que ve en Nicaragua es un Ortega tratando de sostener una mentira, al decir que sólo hay 91 muertos, no pasa nada, ni siquiera dio condolencias a las familias”, dice Téllez.
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Dora María Téllez critica el hecho de que Ortega haya empeñado en demostrar que ha enfrentado con éxito la pandemia, “si todos sabemos que es todo lo contrario”.
“Para el acto diseñaron un mecanismo para que nadie estuviera cerca de Daniel Ortega, como mínimo había distancia de 100 metros. Una cosa es que Daniel Ortega diga que lleva la pandemia bajo control, pero su apariencia nos dice que tienen miedo, que la pandemia está descontrolada. Ellos han promovido el contagio. La familia Ortega – Murillo está aterrorizada”, considera.
