Monseñor Rolando Álvarez podría ser exiliado o acusado (encarcelado) por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Todo depende de la respuesta del Papa Francisco. Ese es el escenario que planteó este lunes el diputado del Frente Sandinista, Moisés Absalón Pastora.
El obispo cumple hoy cinco días de “secuestro” en la Curia Episcopal de Matagalpa, luego de que el pasado jueves le fuera impedido salir de la que es su residencia que sigue rodeada de antimotines de la Policía Orteguista.
La dictadura acusa a monseñor Álvarez de liderar un supuesto plan para “desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, “organizar grupos violentos” y “provocar zozobra” en la población.
“Está en una situación así (bajo investigación), no hay acusación, porque no vaya a ser que el Papa lo llame como “asesor” como hizo con Silvio Báez. No son aquellos divinos que, por andar con sotana, son intocables”, dijo el propagandista de la dictadura a través del oficialista Canal 6.
El diputado, sin pruebas, acusó al obispo de organizar “focos” de personas que pretenden alterar la paz en el país. Además, lo señaló de emitir “diatribas políticas que lo tienen en un proceso de investigación y veremos qué arrojan esas investigaciones”.
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Hasta ahora El Vaticano no se ha pronunciado sobre los recientes ataques de la dictadura contra la Iglesia, que incluyen el cierre de ocho radios católicas la semana pasada; el asalto policial a la parroquia de Sébaco; y el secuestro de monseñor Rolando Álvarez.
En mayo pasado, la dictadura también ordenó sacar de la parrilla de cable al Canal Católico de Nicaragua, de la Conferencia Episcopal; Tv Merced de la Diócesis de Matagalpa y el Canal San José de la Diócesis de Estelí.
NO SABE DE QUÉ LO ACUSAN
El día de su encierro, el pasado jueves, monseñor Rolando Álvarez pretendía impulsar una jornada de oración en la Catedral de Matagalpa pidiendo el cese de la persecución a la Iglesia.
Previo a decretar su encierro, la dictadura había cerrado ocho radios católicas de la Diócesis de Matagalpa y había asaltado la parroquia Divina Misericordia de Sébaco.
La Policía Orteguista impuso un cerco en la Curia de Matagalpa desde el pasado miércoles, pero fue hasta el jueves cuando el obispo intento llegar a la Catedral cuando se le impidió la salida.
Álvarez ha señalado a la Policía de ser la que siembra zozobra violando el derecho a la libre movilización y libertad religiosa en Nicaragua.
