Simpatizantes orteguistas ofendieron al sacerdote de la parroquia Corpus Christi por sacar al Santísimo y orar por el fin del coronavirus en Nicaragua. “Aquí no llega eso”, le decían.
Simpatizantes del régimen de Daniel Ortega ofendieron al sacerdote Antonio Saballo, de la parroquia Corpus Christi, del barrio Villa Libertad en Managua, mientras realizaba una procesión con el Santísimo para orar por el fin de la pandemia del coronavirus.
“Ahí van los puchitos”, “aquí no llega eso (el coronavirus) y “quitá esa (…) de aquí”, le gritaban los orteguistas al sacerdote en el barrio Nueva Nicaragua. La ofensa quedó grabada en una transmisión en vivo desde la cuenta de Facebook de la parroquia.
La iglesia católica de Nicaragua ha iniciado una jornada de oración por el fin de la pandemia del coronavirus.
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En Nicaragua se han reportado cinco casos positivos de COVID-19. Del total de casos, uno ha fallecido, uno ha sido dado de alta, otro permanece en estado crítico y dos más están estables, según los reportes del Ministerio de Salud.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha llamado a los creyentes a no visitar los templos y seguir las celebraciones litúrgicas a través de las redes sociales y medios de comunicación. También se han suspendido las celebraciones de Semana Santa.
“Nunca había vivido la Semana Santa con una iglesia vacía y no es porque la gente se nos reveló. No. Es por la circunstancia del virus. Los creyentes son obedientes a la voz de sus pastores. Esperemos en Dios que todo esto se normalice, pero sería bueno que desde hoy iniciemos un proceso de conversión, de unidad, de levantarnos”, explicó el padre Antonio Saballo en su homilía transmitida en vivo previo a la salida en procesión con el Santísimo.
PROCESIÓN SE REALIZÓ CON MEDIDAS DE PREVENCIÓN
El sacerdote y dos seminaristas salieron a recorrer los barrios aledaños a la parroquia con Jesús Sacramentado en un sagrario.
Decenas de creyentes salieron de sus casas para orar por el fin del coronavirus. Otros habían preparado altares improvisados.
Mujeres, hombres, ancianos y niños doblaron sus rodillas en oración.
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El sacerdote impartía la bendición con el Santísimo guardando la distancia mínima de dos metros. El sagrario tampoco podía ser tocado por los creyentes.
La iglesia católica de Nicaragua ha llamado a evitar las aglomeraciones de personas, guardar las distancias mínimas y ha recomendado no tocar las imágenes de los templos para evitar el contagio de coronavirus mientras perdure la pandemia.