El papa Francisco rompió el protocolo de la diplomacia este viernes al referirse por primera vez a Daniel Ortega como un dictador. Sus acciones -dijo el jerarca- revelan que tiene algún «desequilibrio».
En una entrevista concedida al medio digital Infobae, el sumo pontífice se refirió también al encarcelamiento del obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, y confirmó que purga ese castigo porque «no aceptó el exilio».
Francisco comentó que el régimen que Ortega ha instaurado en Nicaragua solo es comparable a las dictaduras comunistas y a la que lideró Adolfo Hitler, las cuales causaron muertes, exilio y encarcelamiento en Europa.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega)», respondió el Papa al ser preguntado sobre los ataques de Ortega a la Iglesia católica y en particular al Vaticano a la que ha acusado de ser una mafia.
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Francisco considera que el tipo de régimen que dirige Ortega en Nicaragua rompe con el orden mundial. «Para usar una distinción linda» al definir su dictadura, el papa recurrió a lo que en Argentina llaman «guaranga».
En la Argentina utilizan a el término para referirse a un ‘sujeto grosero, incivil que desconoce o no respeta las reglas de urbanidad».
«Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35. Son un tipo de dictaduras groseras. Para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas», fueron las palabras de Francisco.
MONSEÑOR ÁLVAREZ «UN HOMBRE SERIO Y MUY CAPAZ»
Esta es la primera vez que Francisco reconoce públicamente que en Nicaragua existe una dictadura. El Vaticano ha apostado por mantener abierto el canal de la diplomacia con Nicaragua en medio del ataque frontal contra la Iglesia que ha llevado al extremo con el encarcelamiento del obispo Álvarez.
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En la entrevista al medio argentino, el Papa Francisco se refirió al caso del obispo condenado a más 26 años de cárcel por la dictadura orteguista. «Ahí (en Nicaragua) tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», explicó.
La Justicia orteguista mantiene en una celda de castigo a monseñor Álvarez desde el 9 de febrero, cuando rehusó ser desterrado a Estados Unidos. Además, rechazó un recurso de apelación contra la sentencia de la jueza sandinista Nadia Tardencilla, que dejaría firme la condena dictada contra el obispo.
Las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y la Santa Sede no han dado frutos, pese a la abierta disposición de El Vaticano a mantener el diálogo.
Desde el 6 de marzo de 2022 cuando Daniel Ortega ordenó expulsar al Nuncio Apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag de Nicaragua, se han suscitado una serie de ataques, persecusión, destierro, cárcel y supresión de la libertad religiosa en el país.
Un nivel de agresión sin precedentes en más de 114 años de relaciones entre ambos estados que ha llevado a diversos sectores a reclamar al Papa por no condenar con dureza lo que ocurre en Nicaragua.
