Una joven de 19 años fue sometida a reiteradas violaciones por su padrastro, un paramilitar que abusaba sexualmente de ella desde que tenía 5 años. Bajo amenazas y aprovechándose de su vínculo con el Frente Sandinista, Manuel Jesús Flores Peralta logró mantenerla en silencio durante 14 años, hasta que a inicios del 2023 lo denunció.
En paramilitar sandinista fue declarado culpable por los delitos de violación agravada y abuso sexual el 5 de septiembre pasado y permanece en prisión preventiva en Estelí a espera de la lectura de sentencia.
En el debate de pena la Fiscalía solicitó 25 años por violación agravada y 12 por abuso sexual para un total de 37 años de prisión.
De acuerdo con el expediente judicial, Flores Peralta le dio su apellido a la víctima, por la relación de pareja que mantenía con la madre de la menor, en Wiwilí, Nueva Segovia. Al cumplir 5 años comenzó abusarla sexualmente y cuando cumplió 15, empezó a violarla.
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Las agresiones sexuales se repitieron en Estelí, donde la joven se había trasladado para estudiar inglés, el 31 de diciembre del 2020, después que su madre migró a los Estados Unidos. En la casa del padrastro, vivían la hermanita de 12 y su hermano de 4 años.
«Sin darme cuenta yo era su mujer, a quien él controlaba», declaró la joven ante la jueza, a quien le dijo que contempló la posibilidad de vengarse.
Flores Peralta amenazaba a su víctima de quitarle los hijos a su madre, y se jactaba de sus influencias en el FSLN. En su relato, la joven narró que su padrastro fingía ser un excelente padre y se hacía pasar por evangélico para no levantar sospechas.
LA CONTROLABA
Cuando cumplió 14 años, su padrastro la empezó a vigilar y tampoco le permitía tener amigos y para tener mejor control hasta la obligó a estudiar magisterio en Estelí en lugar de Inglés.
Al enterarse que se relacionaba con una psicóloga de la normal de Estelí, donde estudiaba magisterio, la sacó de clases, y la dejó estudiando inglés.
En las vacaciones de diciembre del 2021, se trasladó a Wiwilí. Nueva Segovia, con su padrastro y sus hermanitos y al cumplir en los 18 años se llenó de valor y lo denunció por las agresiones sexuales. En esa fue la última vez que su padrastro la violó. Flores Peralta la obligaba a tomar pastillas anticonceptivas para evitar un embarazo.
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Al regresar a Estelí, para continuar sus estudios universitarios, decidió contarle a su mamá. Al ser valorada por la psicóloga de la universidad, se confirmó su estado depresivo, ansiedad, nervios y hasta deseos de quitarse la vida, entonces, comenzaron a brindarle atención sicológica y fue así que procedió a denunciar a su padrastro el 17 de abril. Flores Peralta fue detenido el 9 de mayo en Wiwilí, Nueva Segovia.
