Ortega ha hecho fracasar cada diálogo con su régimen: este es un recuento de como el dictador los ha detonado
Estranguló dos diálogos nacionales con las armas y mandó a la cárcel a sus contrapartes, expulsó a un mediador y ataca a países que se le han acercado.
- September 10, 2022
- 08:33 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
Para los organismos de derechos humanos, no debería pensarse en un diálogo con Daniel Ortega: la primera razón es porque no cumple y la segunda, es porque "ya es muy tarde para eso".
“Más de 300 muertos, los familiares de 180 personas presas y torturadas y miles de familias destruidas por el exilio, esperan rendición de cuentas, no que le den una oportunidad al verdugo”, dice a plomo Gonzalo Carrión de Nicaragua Nunca+, la organización defensora de derechos humanos que surgió en el exilio, tras la persecución que la dictadura ordenó contra promotores de derechos humanos después de abril de 2018.
Ortega sigue ahí, calladito ahora, tras fuertes calificativos que el rector de la política exterior de Colombia, el Canciller Álvaro Leyva le ha acuñado y que han agitado la región: es violador de derechos humanos y el responsable de “las barbaridades” que pasan en Nicaragua, dijo.
Las declaraciones serian una más de otras, que antes llegaron de un país que Ortega había declarado enemigo porque la administración anterior le gritó dictador en su cara, pero ahora hay dos acosas a anotar: Colombia es gobernado desde hace tres meses por un líder de izquierda del que esperaba complicidad, y el país suramericano ha admitido que le había tendido un puente que “llamó humanitario” para liberar presos políticos y buscar solución a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua.
Pero “el Ortega intransigente” como lo califica el analista político Alberto Cortés, se ha cerrado y tirado por el caño la intenciones de Colombia. La acusa a través de sus propagandistas de querer canjear presos políticos por temas limítrofes. El canciller Leyva le salió al paso y dijo que el régimen miente. “Una cosas es los derechos humanos y otra los temas limítrofes”, dijo con toda claridad.
LEA TAMBIÉN: El revés de Colombia aísla más al régimen: Ortega deja ir otra solución a la crisis que vive Nicaragua
En este reporte, DESPACHO 505, hace un recuento de los fracasos de los políticos locales y la comunidad internacional que han intentado hacer puentes con el otrora guerrillero anti dictadura, convertido hoy en un dictador atornillado al poder en Nicaragua desde el 2007, y que dirige una de las peores dictaduras de América Latina, según ha calificado Santiago Cantón de Diálogo Interamericano.
DIALOGO Y SANGRE
Tras un mes de protestas en Nicaragua, originadas por la rebelión cívica de abril de 2018, Daniel Ortega aceptó a ir a un Diálogo Nacional. El país estaba en llamas por reformas a la seguridad social que impulsó de forma inconsulta y la forma en que quiso acallar los reclamos ordenándole a la Juventud Sandinista que repartieran palizas a los ancianos que reclamaron por las reformas. Los universitarios apoyaron a los ancianos y se lanzaron a las calles, apoyados por otros movimientos sociales.
Acorrado, Ortega acepto ir a una mesa de diálogo, cuando se contaban ya 65 muertes en las manifestaciones. Pero el dictador los engañó a todos. Solo ganaba tiempo para organizar una respuesta criminal que tiñó al país entero de sangre. El diálogo que Ortega inició el 16 de mayo con la llamada Alianza Cívica y con la iglesia católica como mediadora, fracasó oficialmente el 16 de junio de ese mismo año, cuando Ortega y Murillo desataron la violencia con comandos paramilitares que desmovilizaron a los manifestantes a punto de balas. Al finalizar el 2018, el país contaba con 325 muertos y un primer intento de diálogo se contaron entre las bajas.
El 27 de febrero del año siguiente, Ortega vuelve aceptar dialogar. Esta segunda versión duró 35 días y concluyó con acuerdos que aunque Ortega firmó, nunca cumplió. Fue en el INCAE y con el Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag como mediador. El 03 de abril, finalmente fracasó, ante el rechazo del régimen de Ortega a la propuesta de la Alianza Cívica sobre justicia, democracia y adelanto de elecciones.
Tres años después, Ortega ordenó secuestro y cárcel a miembros de la Alianza Cívica, cuando en las elecciones que no quiso adelantar, ellos se propusieron disputarle el poder en las urnas. Ortega echó barrotes a la contraparte con la que un día diálogo.
LEA TAMBIÉN: Cinco policías testifican que capturaron al “Chino Enoc” con armas de guerra y cocaína
LA OEA TAMBIÉN INTENTÓ
El gobierno de Nicaragua expulsó el 24 de abril pasado a la Organización de Estados Americanos, OEA y allanó con policías armados sus oficinas en el país, así como el retiro de credenciales de sus embajadores ante el organismo hemisférico. Ortega anunció la decisión mediante un comunicado leído por su canciller Denis Moncada, en el cual el orteguismo la acusaba de ser un “instrumento diabólico” y de “intervención y dominación” de Estados Unidos.
La OEA mantenía una constante presión contra el régimen a través de resoluciones en las que llamaba a entablar un diálogo para restablecer el orden democrático y los derechos humanos en el país. Hasta marzo de este año, la OEA había emitido nueve resoluciones sobre Nicaragua con las mismas demandas.
Ortega había anunciado como respuesta el 19 noviembre del año pasado su retiro de la OEA, después de que el organismo continental desconociera los resultados de las elecciones, en las que Ortega, se reeligió para un cuarto mandato consecutivo, tras haber encarcelado a sus principales rivales y contendientes políticos. La toma de la OEA, significó también el cierre de ese espacio para una salida dialogada y con concurso internacional.
LA SORPRESIVA EXPULSIÓN DEL MEDIADOR
El 12 de marzo pasado, El Vaticano no le daba crédito a esta noticia: el régimen de Daniel Ortega expulsó de Nicaragua al Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag. El Nuncio que había sido mediador del segundo y también fracasado Dialogo Nacional, era echado sin explicación alguna del régimen.
Cuando la Santa Sede se pronunció dijo que habían “recibido con sorpresa y dolor la comunicación de que el Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el beneplácito (agrément) a S.E. Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico en Managua desde 2018, imponiéndole que dejara inmediatamente el país después de notificarle esa medida”.
LEA TAMBIÉN: El suicidio, amenaza silenciosa y el reto por prevenirla
Agregaron que “tal disposición resulta incomprensible ya que, durante su misión, S.E. Mons. Sommertag ha trabajado incansablemente por el bien de la Iglesia y del pueblo nicaragüense, especialmente por los más vulnerables, buscando siempre favorecer las buenas relaciones entre la Sede Apostólica y las Autoridades de Nicaragua. Merece particular mención su participación como testigo y acompañante de la Mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno y la Oposición política, en vista de la reconciliación nacional y de la liberación de los presos políticos”.
Al terminar su reacción, la Santa Sede dijo que estaba “convencida de que esta grave e injustificada decisión unilateral no refleja los sentimientos del pueblo de Nicaragua, profundamente cristiano, la Santa Sede desea reafirmar su plena confianza en el Representante Pontificio”.
La expulsión de monseñor Stanislaw Sommertag, enterró la posibilidad de que la Iglesia Católica mediara en otro diálogo. Al contario, el dictador se lanzó contra ella y ha recetado prisión a al menos seis sacerdotes y un Obispo.
NI CON E.E.U.U., NI CON UE
Desde noviembre de 2018 Daniel Ortega le ha cerrado las puertas a los países de la Unión Europea para colaborar en solucionar la crisis sociopolítica que ya cumple cuatros años, y que se agrava cada vez más. “Aquellos que traficaron con esclavos, que violaron derechos humanos, que cometieron genocidios, hoy nos hablan como verdaderos sepulcros blanqueados como ángeles que no le hicieron daño al mundo”, dijo al finalizar ese año, el peor que ha vivido Nicaragua en materia de derechos humanos.
El 16 de octubre de 2021, cuando, el embajador de la Unión Europea Pelayo Castro presentó sus credenciales ante Ortega, el dictador le dio la bienvenida con ataques. Ortega dijo que en la época colonial los “conquistadores españoles y británicos” se disputaron las riquezas de Nicaragua. “Traían sed de oro, de sometimiento y exterminio de pueblos enteros”, acusó el dictador que causó incomodidad al diplomático.
El dictador criticó que la Unión Europea haya reconocido a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Criticó el nombramiento de Josep Borrell como Jefe de Política Exterior de la Unión Europea y rechazó las sanciones que el bloque continental le ha aplicado.
“¿Cómo se podrá promover diálogo con la Unión Europea en esas condiciones donde parten de la misma UE amenazas de agresiones, de sanciones, que llaman sanciones, pero son agresiones?”, cuestionó Ortega.
La UE mantiene que su reelección carece de “legitimidad” al celebrarse los comicios generales “sin garantías democráticas” y completan la conversión del país en un “régimen autocrático”, según una declaración por escrito que en nombre de los 27 países del bloque firmó el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
LEA TAMBIÉN: El embajador de Bogotá en Managua confía en «dialogar» con Ortega a su llegada al país
Ortega también cerró las puertas a un diálogo con Estados Unidos. El dictador reveló en agosto pasado que Estados Unidos expresó interés en entablar una comunicación con su régimen en medio de las tensas relaciones que él ha incentivado.
Desde Washington, aseguró “nos mandan mensaje que les interesa abrir comunicación, ya hace unos meses”, pero “hemos preferido guardar distancia ante esos mensajes que nos han enviado”, dijo el dictador durante el acto del 43 aniversario de la Fuerza Aérea de este año. El dictador dijo que fue “un funcionario del Departamento de Estado que quería reunirse ya”, pero que la cita no prosperó porque “vino clandestino”.
Un mes antes, en el acto de aniversario de la Revolución Sandinista, Ortega también gritó que no quería diálogo con Estados Unidos. “¿Qué diálogo puede haber con el diablo? Como dice el Che: ‘a los yanquis, al imperialismo, no se le puede creer ni un tantito porque te acaban’”, dijo. “Los diálogos con los Estados Unidos son para ponerse la soga al cuello”, remató.