La guerra diplomática de Daniel Ortega contra Estados Unidos, la Unión Europea y el veto a sus embajadores 

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una política exterior de confrontación, principalmente con Estados Unidos y la Unión Europea, reflejada en el retiro y suspensión del plácet que había otorgado a los nuevos embajadores de estas dos potencias.

El 28 de julio del 2022, el régimen ordenó retirar el plácet que ha había otorgado a Hugo Rodríguez, propuesto por el presidente Joe Biden para relevar al actual embajador Kevin Sullivan. Nueve meses después, el 18 de abril de este año tomó una decisión similar, al “suspender” el beneplácito a Fernando Ponz como nuevo embajador de la Unión Europea para Nicaragua.

El diplomático designado por Estados Unidos fue vetado tras unas declaraciones emitidas en el Senado durante su audiencia de nominación donde habló de seguir presionando al régimen por las reiteradas violaciones de derechos humanos contra el pueblo nicaragüense.  

El diplomático europeo fue vetado tras una declaración del Portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Peter Stano, el pasado 18 de abril conmemorando el quinto aniversario de las protestas ciudadanas y demandando el respeto a los derechos humanos, democracia, libertades y la liberación de los presos políticos aún hay en Nicaragua.  

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Tiziano Breda, investigador para el Istituto Affari Internazionali (IAI), considera que Ortega percibe que ambas decisiones no han causado consecuencias más allá de los reclamos en el ámbito político. Pero además observa que la dictadura se ha planteado que, si se empeora las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea, las podría compensar con el apoyo de otras potencias como Rusia, Irán y China.

“El apoyo de Rusia en el último año se ha visto cada vez más evidente en el nivel de visitas públicas y de acuerdos de cooperación”, explica Breda.

Santiago Cantón, de Diálogo Interamericano y secretario general de la Comisión Internacional de Juristas con sede en Ginebra, expone que es un error tratar de comprender las decisiones de Ortega tomando como referencia los estándares de las relaciones internacionales y que es más fácil que las explique un psiquiatra que un politólogo.

“Pareciera que quiere romper todas las relaciones internacionales, salvo Irán, Rusia y China. América Latina ya no lo apoya”, comparte Cantón para quien la política exterior de la dictadura conduce a Nicaragua al aislamiento absoluto.

Ortega ha afianzado su alianza con esos tres países. El 19 de abril estuvo en el país el canciller ruso Serguéi Lavrov, con quien Ortega repasó la cooperación bilateral y hasta hablaron de ampliarla, aunque esos deseos no se reflejan en números.

De los 3,878.8 millones de dólares que exportó Nicaragua en el 2022, unos 1,804.4 millones fueron a Estados Unidos y solo 4.2 millones fueron a Rusia, según datos del Banco Central de Nicaragua.

En lo que va del 2023, Nicaragua ha exportado 363 millones de dólares: 172.3 millones a Estados Unidos y apenas 400 mil dólares Rusia.

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¿Y QUÉ PASARÁ AHORA?

Un experto en temas internacionales, quien pidió omitir su nombre por temor a represalias, expone que una vez que se retira el plácet a un embajador o se le niega, lo que se acostumbra en el ámbito diplomático es proponer a otra persona en el cargo.

Pero en el caso de Estados Unidos, como el proceso es más complejo y tardado para las designaciones, el Departamento de Estado de ese país decidió insistir en la designación de Hugo Rodríguez.

“En el caso de la Unión Europea se trata de una suspensión del plácet, que dejaría abierta la posibilidad de insistir también en la aceptación del mismo candidato. Pero de no haber una respuesta positiva de la parte nicaragüense, lo que pasaría es que ambas relaciones diplomáticas se quedarían a nivel de encargados de negocios”, expone el experto.

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El actual embajador de Estados Unidos en Managua es Kevin Sullivan. Asumió su puesto el 14 de noviembre del 2018, es decir que lleva en el puesto más de cuatro años y expertos señalan que ha llegado al límite de su estadía ya que los embajadores norteamericanos son designados “por regla general” para un periodo de tres años, aunque podrían quedarse más tiempo según la decisión del mandatario de turno en Estados Unidos.

En el caso de la Unión Europea, se mantiene un encargado de Negocios ya que, a finales de septiembre del 2022, la embajadora Bettina Muscheidt fue declarada "non grata" por la dictadura y le dio 24 horas para salir del país.

Días después en respuesta a la medida de Ortega, la Unión Europea declaró “persona non grata” a la embajadora de Nicaragua en Bruselas, Zoila Müller.