Salida de Sullivan evidencia que las negociaciones con Estados Unidos están en "punto muerto"

La salida del embajador Kevin Sullivan de Nicaragua y la llegada de Kevin O’Reilly como “encargado de negocios de largo plazo” son consecuencia de la falta de acuerdo entre Washington y Managua. No son un síntoma de ruptura diplomática, pero sí una muestra del deterioro de las mismas a consecuencia de la política dictatorial de Daniel Ortega, dicen analistas tras oficializarse el fin de la misión diplomática de Sullivan.

Sullivan, asumió su puesto en noviembre del 2018, en momentos difíciles para Nicaragua por las protestas que iniciaron en abril de ese año, desde entonces el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo lo ha tildado de injerencista, un señalamiento que también utilizó contra Hugo Rodríguez, al retirar su plácet como nuevo embajador de Estados Unidos en Nicaragua.

Ortega retiró el beneplácito a Rodríguez en represalia porque durante una audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado se manifestó a favor de aumentar la presión por las violaciones a los derechos humanos que se cometen en Nicaragua.

Para el analista y exreo político Óscar René Vargas, el hecho de que Estados Unidos decida bajarle el “nivel a la representación diplomática” en Managua implica que  “las relaciones no son buenas”, y que el presidente Joe Biden mantiene la nominación de Rodríguez, mientras Ortega se cierra en negarle el plácet.

“¿Qué indicaría eso? Que las negociones entre Estados Unidos y Nicaragua están parqueadas, no avanzan, están en punto muerto y como están en punto muerto la dictadura podría comenzar a echar presas a otras personas para mostrar que ellos siguen en su línea del poder”, teme Vargas.

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No obstante, Vargas cree que las relaciones diplomáticas continuarán igual, ya que el encargado de negocios es “un embajador transitorio, tiene todas las prerrogativas de un embajador”.

Sobre ese punto, el exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields, destacó la trayectoria como diplomático de O’Reilly: “Tiene calibre de un embajador e incluso superior por su experiencia. No se va tragar fácilmente mentiras de la dictadura”, aseguró.

Según Vargas ni al mismo Ortega le conviene dejar la embajada en Washington con un encargado de negocios y que tampoco Estados Unidos veta a Francisco Campbell como representante de Nicaragua.

Entonces, están en una especie de pausa, "mientras ven hacia dónde se apunta la correlación de fuerzas”, dice Vargas quien cree que Ortega podría seguir el camino que tome la dictadura de Nicolás Maduro.

Recuerda que a nivel interno la dictadura no tiene una presión que lo empuje a cambiar su postura ya que hay una falta de liderazgo en los movimientos sociales opositores, “un elemento para Ortega que sería un golpe es que la oposición logrará unificarse”.

ES CUESTIÓN DE TIEMPO

Al calor de la noticia, el analista político y exdiputado Eliseo Núñez no se aventura a sacar conclusiones. Cree que hace falta dejar correr el tiempo para comprender la dimensión de este nuevo escenario, porque la salida de Sullivan es parte de un proceso tras completar su ciclo en Nicaragua.

Menciona que es un hecho que las relaciones entre ambos países entran en una nueva etapa y con nuevos actores. “Veremos qué es lo que pasa en los siguientes meses, vamos a ver cuál es la estrategia que tiene Estados Unidos y la comunidad internacional, porque están actuando en conjunto”, añade tras recordar que Ortega, el pasado 18 de abril, también retiró el plácet a Fernando Ponz como nuevo embajador de la Unión Europea en Managua y, hasta el momento, se desconoce el nivel de comunicación que mantienen para restablecer el beneplácito.

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AGRADECE APOYO

El exaspirante a la Presidencia y excarcelado político de la dictadura, Juan Sebastián Chamorro agradeció a Sullivan sus gestiones durante los más de cuatro años al frente de la sede diplomática en Managua, la cual se desarrolló en un ambiente difícil ya que asumió la embajada en noviembre del 2018, en medio de la crisis por las protestas en Nicaragua.

“Muchas gracias Embajador Sullivan por toda su labor en estos años difíciles. Su papel en el ‘Vuelo de la libertad’ fue esencial, estamos muy agradecidos. Le deseo lo mejor en sus responsabilidades futuras y nos veremos en una Nicaragua libre”, destacó Chamorro.

Sullivan fue uno de los funcionarios de la administración de Joe Biden que participó en el operativo de destierro a Estados Unidos de 222 presos políticos, el pasado 9 de febrero.

El diplomático en su momento declaró que la liberación de los presos políticos fue una decisión "unilateral" del régimen y que el tema lo habían trabajado durante una semana.

“Nosotros nos unimos a la alegría de sus familias y seres queridos en su liberación y también reconocemos que es un paso positivo de parte del Gobierno de Nicaragua y esperamos que esto pueda seguir”, expresó el diplomático en las afueras del hotel donde se encuentran las personas desterradas.