Monseñor Báez: “La Iglesia navega entre las aguas de poderes autoritarios y represivos que la persiguen”

El obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, dijo en su homilía dominical que la Iglesia católica es como la frágil barca en la que los discípulos viajaban en una noche de tormenta y a la que Jesús llegó hasta ellos para calmar las aguas. Este pasaje bíblico lo ha usado para asegurar que la Iglesia navega resistiendo esos vientos que la amenazan e intimidan para callar su voz e impedir su misión evangelizadora.

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El obispo Báez apunta que “todos vamos en la vida como navegando en alta mar. Las olas amenazantes son imagen de los desafíos y obstáculos que enfrentamos cada día. Los momentos de incertidumbre, las dificultades que nos abruman son como olas turbulentas que nos amenazan”. Sin embargo, en medio de la tribulación asegura está la figura de Jesucristo para calmar las tormentas y salvar la frágil embarcación que compara con la institución eclesial.

Báez dijo que la barca en la que navegan los discípulos es sobre todo imagen de la Iglesia que navega en la historia como una pequeña y frágil embarcación, padeciendo ataques, calumnias y persecuciones. “La Iglesia navega entre las aguas agitadas de poderes autoritarios y represivos que la persiguen y agreden porque no toleran la verdad de Dios que ella anuncia. La Iglesia navega resistiendo a vientos contrarios que la amenazan e intimidan para hacer callar su voz e impedir su misión evangelizadora”, señaló el Obispo Auxiliar de Managua.

Sin embargo, en medio de la adversidad invita al optimismo, al decir que el evangelio enseña que “en la barca de nuestra vida y en la barca de la Iglesia no navegamos solos. Jesús está siempre con nosotros. Él nos protege y nos cuida, él preserva del mal y guía con amor a la Iglesia”. Además, fue incisivo al decir que hay que confiar en Jesús y caminar sin acomodarse en falsas prudencias.

“Hay que caminar confiando en Jesús. Jesús no nos quiere paralizados cómodamente protegidos en falsas prudencias y miedos disfrazados de silencio. No importa que vayamos lento, dando pequeños pasos cada día. Lo importante es caminar siempre, caminar hacia Jesús, sostenidos por su presencia amorosa y apoyados únicamente en su palabra”, advierte en un contexto en el que la Iglesia católica de Nicaragua permanece en silencio ante el encarcelamiento de monseñor Rolando Álvarez y el exilio forzado de varios sacerdotes.

Rebeldía espiritual

Sus palabras también las dirige al pueblo y dice que hay etapas históricas en que el futuro de los pueblos es incierto, hay cansancio social, intentos fallidos y decepciones, pero que esos son los dolores de parto de una nueva sociedad.

“En esos momentos no hay que caer en el desánimo, hay que conservar la rebeldía espiritual, para no acostumbrarse a la normalidad forzada que quiere imponer el opresor y tampoco hay que perder la capacidad de soñar con una sociedad justa y libre. Hay que lanzarse al mar de la historia y caminar como Pedro, con confianza, humildad y esperanza. Y aunque en la lucha haya errores o retrocesos, no hay que detenerse, hay que atreverse a caminar sobre el mar”, invitó.

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También hizo una comparación entre la oscuridad que rodeaba la barca de los discípulos con las fuerzas hostiles que azotan la vida.

“En medio de la oscuridad, las olas y el viento fuerte, apareció Jesús caminando sobre las aguas (Mt 14,25), pisando con poder el mar, que en la Biblia representa las fuerzas hostiles y oscuras que amenazan la vida, nos roban la alegría y arrebatan nuestras esperanzas”, apunta.