Exembajador Arturo McFields pide asilo político en los Estados Unidos

El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, solicitó asilo político en los Estados Unidos después de denunciar las violaciones de derechos humanos en Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, durante una sesión del Consejo Permanente el pasado 23 de marzo.

"Estoy en un proceso de asilo bajo una sección muy particular que aplica a embajadores que vienen de países con situaciones de alto riesgo y crisis", manifestó el exdiplomático a DESPACHO 505, vía telefónica.

McFields explicó que el proceso de respuesta de su solicitud de asilo podría tomar varios meses, no obstante, mientras no tenga un permiso de trabajo, cubrirá con recursos propios.

"Tengo otra cobertura para poder estar aquí, trabajar y salir adelante durante ese tiempo", detalló el exdiplomático.

El día que McFields hizo la denuncia contra "la dictadura" de Ortega expresó que no era fácil tomar esa decisión, "pero seguir callando y defender lo indefendible es imposible. Tengo que hablar, aunque tenga miedo”. De eso ya han pasado casi 28 días y fue una decisión con muchas implicaciones tanto económicas, de seguridad y psicológicas.

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"La implicación más importante es que siento que me rompieron las cadenas, puedo respirar, soy un hombre libre y no tengo que pedirle permiso a nadie para publicar un tuit, me siento libre y es una libertad extraordinaria que hace tiempo no experimentaba", comenta McFields.

REORGANIZA SU VIDA

El también periodista reveló que Ecuador fue uno de los países que le ofreció asilo cuando lanzó la "bomba", durante la sesión del Consejo Permanente de la OEA, "pero finalmente decimos quedarnos acá (Estados Unidos), por el tiempo que sea necesario".

McFields agradeció el apoyo y el acompañamiento de parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos, así como, de Canadá, Brasil, Argentina, Perú, Costa Rica y Chile, por medio su canciller Antonia Urrejola y del presidente Gabriel Boric.

Añadió que su esposa, que labora en el sector Salud de los Estados Unidos, es quien lo "mantiene" y recibe apoyo de los miembros de su Iglesia, mientras "reorganizar" su vida, porque está comenzando "desde cero".

"He escrito algunas cosas y estoy viendo como me reubico en mi profesión. El año pasado terminé mi maestría en relaciones internacional y tengo la oportunidad de dar clases, hacer algunos trabajos sobre la región Latinoamericana y tal vez un poco de periodismo", expresa.

NO LE PRESTA ATENCIÓN A LAS AMENAZAS

Agregó que sigue recibiendo amenazas desde las redes sociales, pero dice que no le presta mucha atención, y que no atiende llamadas de personas que no conoce, porque "se están tomando medidas de seguridad correspondiente".

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El puesto de embajador ante la OEA ahora lo ocupa Orlando Tardencilla, quien es un hombre de "confianza" de Ortega, nos cuenta Arturo. Señala que la última vez que vio a Tardencilla fue cuando propuso la liberación de los presos políticos y donde recibió como respuesta que el tema no se iba a tomar en cuenta.

Indica que cuando se es funcionario del régimen no se puede hablar con nadie, sufren censura, autocensura, humillación y maltrato psicológico. Ahora que renunció se ha reencontrado y ha sido como un "volver a casa".