El obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez cumple este sábado 70 días sin recibir visitas en la cárcel La Modelo. Desde el pasado 25 de marzo cuando fue exhibido en televisión oficialista vistiendo el uniforme azul de preso, la dictadura no ha informado de nuevas visitas al prelado y tampoco se sabe nada sobre su estado de salud.
Organizaciones de derechos humanos han demandado al régimen la liberación del obispo y mientras eso no suceda que se establezca una calendarización de visitas según las normas del régimen penitenciario. Asimismo, piden que sea mostrado para dar una prueba de que continúa con vida.
Este viernes, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) dijo haber recibido información de que las condiciones de prisión del obispo «violan normas y estándares internacionales de derechos humanos, con higiene y saneamiento inadecuados, sin acceso a luz natural y sin permiso para pasar tiempo fuera de su celda«.
EL ENCIERRO DEL OBISPO
Monseñor Rolando Álvarez lleva 113 días recluido en las celdas del Sistema Penitenciario Nacional de Tipitapa, conocido como “La Modelo”. El obispo de Matagalpa cumple este 3 de junio 303 días sin libertad.
El 4 de agosto del año pasado fue encerrado por la Policía Orteguista en la Curia Episcopal de Matagalpa, 15 días después fue enviado a arresto domiciliario en Managua hasta que finalmente fue enviado a prisión.
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A La Modelo lo llevaron por orden directa de Daniel Ortega tras haberse negado al destierro el pasado 9 de febrero cuando la dictadura intentó enviarlo a Estados Unidos junto a otros 222 presos políticos.
Desde entonces solo se le ha conocido una visita de parte de dos de sus hermanos.
PREOCUPACIÓN ENTRE AL IGLESIA CENTROAMERICANA
Monseñor José Antonio Canales del Secretariado del Episcopado de América Central (Sedac), en entrevista con DESPACHO 505 expresó la preocupación que existe alrededor del encarcelamiento del obispo.
“Conociendo cómo es esta gente de vengativa no sabemos qué tipo de vida le estarán dando y por eso estamos preocupados. Estuviéramos más tranquilos si supiéramos que algún miembro de su familia o de la Iglesia lo ve semanalmente. Es un silencio que preocupa a todo el mundo”, expresó el obispo hondureño.
“Monseñor Rolando Álvarez no quiere estar preso, quiere estar libre hoy mismo, pero en Nicaragua”, concluyó.
