Acorralados por agentes policiales, un grupo de opositores realizó un piquete exprés en Managua, desde el que lanzaron un nuevo llamado a la unidad y a la resistencia pacífica para presionar por la salida del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los manifestantes se apostaron en las afueras del estacionamiento del hotel en la capital el domingo, luego de finalizar un acto en ocasión del segundo aniversario de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
«Se van, se van, se van y nunca volverán», «Viva Nicaragua libre», «Libertad para los presos políticos», «El pueblo está en la calle, exigiendo libertad», «No tenemos miedo», eran entre otros las consignas que gritaron los manifestantes frente a la presencia de decenas de agentes antidisturbios que colocaron sus escudos para impedir que salieran hasta en la calle, según constató Efe.
MANTENDRÁN RESISTENCIA PACÍFICA
Previo a la protesta exprés, la Unidad Nacional Azul y Blanco conmemoró su segundo aniversario en un acto en el que denunció que Ortega y Murillo «han conducido a Nicaragua a una grave crisis de derechos humanos violando la Constitución y las leyes» desde abril de 2018, cuando estalló la rebelión ciudadana que les demanda que entreguen el poder.
Según ese grupo opositor, Ortega «se sostiene únicamente por la violencia y la represión a través de fuerzas policiales, paramilitares y de choque, que han sometido al pueblo a una masacre que a la fecha ha provocado más de 400 personas asesinadas, más de 3.000 heridas, un número indeterminado de desaparecidas, secuestradas, capturadas, torturadas y criminalizadas, y más de 347.000 empleos perdidos».
Para la Unidad Nacional, Ortega dirige un «gobierno autoritario, corrupto, nepótico (sic) y criminal», por lo que mantienen una resistencia pacífica para conquistar «la libertad, la justicia y la democracia».
«La unidad de todas las fuerzas es un imperativo para continuar y profundizar la lucha que conlleve a la salida de la dictadura y a la construcción de la democracia que aspiramos», abogó esa Unidad, para quien la mayoría de los nicaragüenses «rechaza un régimen dictatorial y represivo que ha cometido delitos de lesa humanidad, por los cuales los responsables serán juzgados».
ESPERAN «PRONTA SALIDA» DE ORTEGA
Esa Unidad Nacional dijo que su objetivo principal «es construir una Nicaragua con democracia, libertad, justicia, institucionalidad y respeto a los derechos humanos», y que «para alcanzarlo, es indispensable la pronta salida del poder de los Ortega-Murillo por vías democráticas».
Entre otros, demandaron un diálogo nacional «para acordar los términos y condiciones de la transición democrática», y el «cese inmediato de la represión: amenazas, acoso, agresiones, desapariciones y desplazamientos forzosos, secuestros, capturas, violaciones sexuales, torturas y asesinatos a la ciudadanía que defiende sus derechos».
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También la «libertad inmediata de las prisioneras y prisioneros políticos, fin de la criminalización y judicialización del derecho a las protestas, la anulación de estos juicios, así como el resarcimiento a las víctimas de las personas encarceladas».
Además, «elecciones anticipadas de carácter municipal, regional y nacional, a corto plazo, con un Poder Electoral restructurado y observación nacional e internacional que garanticen comicios inclusivos, plurales, transparentes y competitivos».
Asimismo, respeto a la libertad de asociación, movilización y expresión, así como el respeto al libre ejercicio del periodismo independiente.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y la administración de Daniel Ortega reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.
EFE
