El nicaragüense celebra haber sido convocado por España para su selección nacional. Nunca ha jugado un partido internacional representando a Nicaragua.

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El pitcher Ronald Medrano nunca ha jugado un partido internacional con la selección de Nicaragua, sin embargo, recientemente, defendió los colores de España como abridor en uno de los preclásicos de béisbol realizado en Ratisbona, Alemania, del 16 al 21 de septiembre.

“Para mí significó mucho que España me haya llamado, nadie es profeta en su tierra. Jugando allá me salió todo bien y como tengo residencia, me hicieron la invitación para jugar el preclásico en Alemania y al nunca recibir la invitación de Nicaragua, les dije que sí”, apunta Medrano.

El beisbolista es modesto al decir que le fue bien jugando en los Marlins de Tenerife, de la liga española, pues sus cifras son impresionantes: tuvo efectividad de 1.52, con 9-0 en el balance de ganados y perdidos, y 103 ponches en 65 entradas.

Aunque es nicaragüense, asegura que dio lo mejor de sí jugando por España, porque “soy muy profesional y quien me da la oportunidad tiene asegurado que daré mi cien por ciento”.

Al margen de que España no logró clasificar, Ronald Medrano dice que fue “una experiencia muy bonita y estoy emocionado de haberla vivido”.

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Ronald Medrano jugaría con los Gigantes de Rivas en la Liga Profesional de Nicaragua en la próxima temporada.

EL INICIO DE SU CARRERA

Empezó a jugar en Managua, donde nació. Después continúo su formación en Rivas. Ahí fue firmado por un equipo de Grandes Ligas, pero las lesiones se interpusieron en su camino, sin embargo, se propuso volver hasta llegar a ser seleccionado nacional de España.

“Don Javier Enrique, coach del Frente Sur (Rivas), fue quien me forjó y le tengo mucho agradecimiento, porque me enseñó lo básico para pichear: mecánica, viraje, cómo lanzar y todo lo necesario”, comenta.

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Además, siempre en Rivas, fue a jugar a San Jorge, “con don Anseu Gutiérrez y doña Gilma Canales, quienes tenían un programa y en ese momento estaban abriendo la academia de “La Virgen”, en Rivas y le mandaron a pedir jugadores, él me llevó, hice el grado y me admitieron” .

Fue en ese momento, con tan solo 15 años, que sus padres firmaron su primer contrato. Se quedó viviendo en la academia y le proveían todo. “Estuve un año y 6 meses en la academia, ahí me desarrollé y logré mi firma con los Cardenales (San Luis)”, prosigue.

Jugó en las menores de San Luis, tanto en República Dominicana como en los Estados Unidos, pero lo que parecía su ascenso se convirtió en un camino cargado de espinas, porque vinieron las lesiones.

“Ellos tomaron la decisión de operarme y después de eso quedé como agente libre. Ya tenía 21 años cuando me operaron y así por esas lesiones terminé mi carrera en las menores”, lamenta.

Sin embargo, pese a lo sombrío de las lesiones, nunca pensó que su carrera había llegado a su fin, pues es un hombre perseverante y después de la cirugía sintió que estaba mejor. Ya no le dolía más el brazo.

EL SALTO A ESPAÑA Y SU REGRESO A NICARAGUA

Estando en Nicaragua fue llamado por dos equipos de Managua y la mejor oferta se la hicieron Los Dantos de modo que firmó con ellos.

“Desde que llegué empecé a construir mi carrera gracias a Dios. Con Los Dantos me recuperé y cuando sentí que me estaba estableciendo en el béisbol de aquí, de Nicaragua, empezaron a llegar ofertas internacionales y siempre he sido bastante ambicioso en ese aspecto, siempre he visto más allá de mis narices, yo sé lo que puedo llegar a ser y siempre he aspirado a más”, recapitula.

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Fue así que con el permiso de Los Dantos que se fue a España, a los Marlins de Tenerife, luego de ser recomendado por un pitcher originario de León.

Ahora tiene opciones para jugar en invierno en el extranjero, pero es casi un hecho que va a optar por estar desde la colina con los Gigantes de Rivas en la Liga Profesional de Nicaragua.